Louis Garrel: “Soy un poco tonto, un reaccionario que no se da cuenta de que lo es”



Louis Garrel viste de Prada, pero su porte y fotogenia permitirían que vistiese absolutamente cualquier cosa.Antonio Macarro

Louis Garrel (París, 38 años) conoció al guionista Jean-Claude Carrière a través de un conocido común y pronto se hicieron grandes amigos. La diferencia de edad entre uno, treintañero, y otro, octogenario, más que un impedimento fue un atractivo para que quisieran trabajar juntos. Garrel llamaba “el Airbnb de Carrière” a la habitación que el autor tenía siempre disponible para él en su casa de Colombières-sur-Orb. Allí escribieron el primer guion que acabó siendo la segunda película como director para Garrel, Un hombre infiel (2019). Y entre ese lugar mágico y el estudio de París acabaron su segundo libreto, Un pequeño plan… como salvar el planeta que resultó ser el último firmado por los dos tras el fallecimiento de Carrière en febrero de 2021.

“Teníamos más ideas. Me da mucha pena porque me encantaba trabajar con él. No era un cineasta psicológico, a veces era incluso un poco extraño porque quería sorprender al espectador. Ese era su gran talento”, resume Garrel en una visita a España, durante el Festival de San Sebastián, donde presentó la película en solitario.

Monica Bellucci y Louis Garrel, en “Un verano ardiente”.

Un pequeño plan… como salvar el planeta es quizá la mejor descripción de ese poder de sorprender que tenía aún el octogenario. La película arranca en un precioso piso de París. Una pareja joven y su hijo. De pronto, los padres se enteran de que el chaval ha estado vendiendo en secreto objetos que no parecían tener ninguna utilidad ya en la casa. “¿Por qué?”, le preguntan entre desconcertados e indignados. “Para salvar el mundo”, responde el chico armado de razón y a continuación pasa a explicarles el plan que ha elaborado junto a un grupo internacional de jóvenes para evitar la muerte de la Tierra.

Actúa, escribe, dirige y tiene uno de los rostros más magnéticos de la pantalla. A Louis Garrel es fácil envidiarlo pero imposible odiarlo.Antonio Macarro

Esa primera escena se le ocurrió a Carrière. Cuando Garrel la leyó, prácticamente llamó loco a su viejo amigo. Tres meses después aparecieron Greta Thunberg y su movimiento global estudiantil para salvar el planeta y el director tuvo que comerse sus palabras. “Me siento estúpido ahora porque él me dijo: ‘Date prisa, haz la película, si no dará la sensación de que vas corriendo detrás de la realidad’. Me hubiera gustado adelantarme, podría haber sido un vanguardista. ¡Mierda!”, suelta, aunque se confiesa aliviado, porque, al final, no se ha quedado tan atrás. “Es casi una película en directo, el mundo está cambiando tan rápido, esta velocidad es fantástica para el cine”.

Garrel, hijo del cineasta Philippe Garrel y la actriz Brigitte Sy, actor él mismo desde adolescente, intenta adaptarse a esa velocidad. También con su cine, el cual da un giro en este tercer filme. “Ya no buscaba planos bonitos, sino seguir la historia, por eso es la primera vez que rodamos en digital”, dice. Los protagonistas de Un pequeño plan… son los mismos que los de Un hombre infiel. Los dos padres, interpretados por él mismo y su mujer en la realidad, la actriz y modelo Laetitia Casta, y el chico, Joseph Engel. “Es bonito ver a un niño crecer entre nosotros. O quizá esté demasiado obsesionado con las películas de Antoine Doinel, de Truffaut”, reconoce. No por casualidad, su padrino es Jean-Pierre Léaud, el actor que encarnó al protagonista de Los 400 golpes y cuatro películas más de Truffaut. Él quiere y espera “hacer 15 capítulos más” con su trío protagonista.

Quizá por esa obsesión de confundir vida y cine, cine y vida, también admite que cuando empezó en la interpretación se consideraba “un actor autobiográfico”. “Me gustaba esa confusión, que todos los personajes pudiesen ser versiones de mí”, ríe. “Y ahora es al contrario, me gusta interpretar personajes opuestos”. Ahí está, por ejemplo, su próximo papel como Luis XIII en la superproducción francesa de Los tres mosqueteros.

Louis Garrel posa para ICON en San Sebastián con abrigo Prada.Antonio Macarro

Para mostrar al mundo versiones de sí mismo, de las que se ríe sin reparos, ya está su propio cine. “Yo soy en la vida un poco como en la película, un poco tonto”, suelta una carcajada. “Soy como un reaccionario que no se da cuenta de que lo es”. Pero Un pequeño plan… también es su forma de dejar de serlo, de abrir los ojos y lanzar guiños generacionales entre la de su amigo Carrière, la suya y la de su hija. “Nuestra generación está un poco acomplejada, nuestros padres vivieron Mayo del 68 y ahora los jóvenes de 14 años son militantes y tienen una libertad que nosotros no supimos aprovechar”, dice.

¿Siente celos de ellos como su personaje de su propio hijo? “Completamente, el feminismo, la inclusión, el ecologismo… Van a toda velocidad”, contesta. Él y su cine están poniéndose al día, siempre desde la fina ironía. “Tenía otro amigo, que también murió y siempre me decía: ‘Una buena peli tiene que darte ganas de vivir’. Sigo pensando que es la definición más justa del cine. No sé si Un pequeño plan… da ganas de vivir, pero al menos sí de reírse”. Garrel ya se ríe solo.

Realización: Pedro Canicoba

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