Dos periodistas cubanos que permanecieron por más de 30 horas varados en el Aeropuerto Internacional de San Salvador han sido admitidos al país centroamericano por el Gobierno del presidente Nayib Bukele, después de que el régimen de Daniel Ortega, aliado de La Habana, rechazara su ingreso a Nicaragua.
Los reporteros independientes Esteban Rodríguez y Héctor Luis Valdés dejaron Cuba “presionados” por el régimen debido a su trabajo crítico en la isla caribeña. Relataron a medios locales que abandonaron el país gracias al apoyo de organizaciones de derechos humanos y tenían como destino final Managua, pero mientras hacían escala en El Salvador se les comunicó que no se les permitiría la entrada al vecino país. “No sabemos qué estatus legal tenemos, pero hemos solicitado ayuda y la hemos recibido”, ha afirmado Valdés a los periodistas reunidos en el aeropuerto salvadoreño.
Las autoridades salvadoreñas han afirmado que trasladaron a los reporteros a un hotel de la capital, mientras les entregan ayuda humanitaria y resuelven su situación migratoria. Rodríguez y Valdés fueron recibidos en la estación aeroportuaria por Ricardo Cucalón, director del Departamento de Migración y Extranjería, y Apolonio Tobar, procurador de derechos humanos salvadoreño. Ambos han relatado a las autoridades que fueron obligados a dejar Cuba debido a su trabajo. Rodríguez ha afirmado que estuvo encarcelado en una prisión de la isla durante ocho meses, donde ha sido torturado y estuvo bajo amenazas de muerte. “Me han obligado a abandonar el país por pensar diferente, por querer ejercer el periodismo independiente”, ha dicho el reportero.
El régimen cubano mantiene una fuerte represión contra las voces críticas, incluyendo activistas, intelectuales, artistas y reporteros. “En las últimas semanas hemos recibido reportes constantes de activistas y periodistas que, al igual que Héctor y Esteban, han sido obligados a salir de Cuba debido a las amenazas del régimen. [Miguel] Díaz-Canel parece decidido a construir un país con cero disenso. Es fundamental que los países democráticos de la región presionen a Cuba para frenar estos abusos y acojan a quienes se ven forzados al exilio”, ha dicho Juan Pappier, investigador de Human Rights Watch. Sobre la negativa de Managua de admitir a los periodistas, Pappier ha agregado: “Tratándose de una dictadura brutal como la de Daniel Ortega, no sorprende que el Gobierno de Nicaragua use de forma arbitraria los permisos de ingreso para admitir a periodistas y activistas independientes cubanos”.
Pedro Vaca, relator especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) también ha criticado la decisión del régimen cubano de expulsar a los reporteros. “Estamos hablando de denuncias de tortura. Esto reviste el más alto nivel de preocupación, porque son personas que estaban bajo custodia estatal. Esas denuncias deben ser investigadas rigurosamente y ojalá que con el acompañamiento de la comunidad internacional”, ha dicho Vaca en entrevista por teléfono. El relator ha calificado la situación de ambos periodistas como “ostracismo” y ha afirmado que su “expulsión es una sin salida muy difícil, que apunta a la vulneración de sus derechos”.
Esta nueva embestida del Gobierno cubano se da seis meses después de que estallarán una serie de protestas en el país caribeño desatadas por el descontento causado por el manejo de la pandemia y la escasez de alimentos y medicinas. Las manifestaciones fueron reprimidas por el régimen y los principales rostros de las protestas han sido perseguidos, encarcelados o asediados. “Estamos hablando que este hecho muestra que los efectos de represión y silenciamiento se han sostenido en el tiempo y que claramente no ha habido un acompañamiento de la misma intensidad de parte de la comunidad internacional. La sociedad cubana genera un alto nivel de autocensura frente a sus reclamos legítimos”, ha criticado Vaca.
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