Una investigación plagada de contradicciones e irregularidades no fue suficiente para librar a la pareja feminicida de su primera sentencia. Un tribunal del Estado de México ha condenado a Juan Carlos Hernández y su pareja, Patricia Martínez Bernal, a 30 años de prisión cada uno por haber ocultado restos humanos de dos mujeres con el objetivo de tapar los homicidios, según ha anunciado la Fiscalía. El matrimonio, en prisión desde su detención el pasado 4 de octubre, enfrenta además otros ocho procesos judiciales: seis por feminicidios, uno por trata de personas y otro por desaparición forzada.
A poco más de seis meses de haberse convertido en los protagonistas de todos los telediarios mexicanos, los Monstruos de Ecatepec han recibido la lectura de la sentencia con una actitud desenfadada y, por momentos, entre risas. “Ellos están como si nada, no les duele nada”, ha dicho a los medios locales al finalizar la audiencia judicial María Eugenia Solorio, madre de Nancy Noemí Huitrón, una de las víctimas por las que recibieron la condena este miércoles. “Así les den una pinche sentencia vitalicia, de nada sirve, nada me va a regresar a mi hija”.
El caso de Huitrón fue uno de los que más llamó la atención tras la detención de los feminicidas. La mujer, de 28 años, desapareció de su barrio en Ecatepec el pasado 6 de septiembre junto a su hija de dos meses de edad. Tras asesinar a su madre, la pareja había vendido a la bebé a un matrimonio que no podía tener hijos a cambio de 15.000 pesos (unos 790 dólares), hecho por el que se enfrentan a un procesamiento por trata de personas. A los pocos días, la policía detuvo a los compradores de la niña y la devolvió a su familia.
Por ocultar los restos de Huitrón, el tribunal le ha otorgado a los condenados 15 años de prisión. Los otros 15 fueron por los de Arlet Samantha Olguín, una vecina de 22 años que desapareció el 25 de abril de 2018. Tras un largo proceso de identificación, los restos humanos de las víctimas fueron entregados a sus familias el pasado febrero. El tribunal ha fijado al matrimonio pagar dos multas por 249.236 pesos (unos 13.000 dólares) a las familias como reparación del daño.
“Con nada pagarán el daño que han hecho. No van a pagar tanto dolor”, ha dicho a este periódico Guadalupe Hernández, madre de Olguín. Ante el desprecio que mostró el matrimonio durante la audiencia, los familiares de las víctimas mostraron su enojo al grito de “¡Asesinos!”. “Estallamos porque estos no muestran ningún respeto. Durante el juicio hacían comentarios entre ellos, se reían y hasta nos miraban de manera desafiante”, cuenta.
La investigación que llevó a la detención de la pareja en octubre estuvo rodeada de contradicciones. En un primer momento la Fiscalía había afirmado que el número de víctimas alcanzaba la veintena. En su confesión, Juan Carlos Hernández admitió y detalló el asesinato de 11 mujeres. Pero la tarea de certificar las acusaciones se volvió titánica y solo se les ha podido inculpar por seis feminicidios, entre ellos los de estas dos mujeres.
La escabrosidad del caso de los Monstruos de Ecatepec impactó a un México acostumbrado a los homicidios. El hallazgo de restos humanos dentro de cubetas y bolsas tanto en la vivienda de los sentenciados como en un descampado cercano al lugar produjo gran conmoción en uno de los municipios más letales del país para ser mujer. Los próximos procesos judiciales les pondrán cara a cara con condenas de al menos 60 años de prisión más.
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