Un cardenal católico prometió este jueves aprender de un informe que detallaba cientos de casos de abusos sexuales en los últimos 75 años en su arquidiócesis en Alemania y que según dijo pone de manifiesto una iglesia que solía ser un escenario de miseria y temor para muchos.
El cardenal Reinhard Marx, arzobispo de Múnich y Freising, respondió así al informe elaborado la semana pasada por una firma de abogados sobre abusos sexuales cometidos en el pasado en la arquidiócesis, que incluía críticas a la forma en que se habían gestionado algunos casos tanto por él como por el Papa emérito Benedicto XVI.
“Había un lado oscuro (de la Iglesia) que ha salido a la luz en los últimos años. Este lado oscuro pertenece a una mirada honesta y realista de la Iglesia de hoy“, dijo Marx en una conferencia de prensa.
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“Para mucha gente, la Iglesia era un escenario de miseria, un lugar de miedo”, dijo Marx, uno de los principales clérigos progresistas de la Iglesia.
El informe realizado la semana pasada por la firma Westpfahl Spilker Wastl sobre el periodo comprendido entre 1945 y 2019, encargado por la arquidiócesis de Múnich, fue el último capítulo de la crisis de abusos sexuales que ha sacudido a la Iglesia Católica en Alemania y otros países en los últimos años.
Foto: Reuters
El reporte encontró 497 víctimas de abusos, en su mayoría hombres, pero agregó que el número real era probablemente mayor, y 235 presuntos autores, incluidos 173 sacerdotes.
La investigación acusó a Marx de mala praxis en su gestión de dos casos de presuntos abusos. También criticó a Benedicto XVI por no haber actuado en cuatro casos cuando era arzobispo de Múnich. El Papa emérito ha negado haber cometido delitos.
Marx, quien la semana pasada se disculpó en nombre de la arquidiócesis por el sufrimiento infligido, dijo el jueves que, aunque no estaba pegado a su oficina, estaba dispuesto a continuar en su papel para supervisar la renovación que se necesitaba.
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El año pasado, el Papa Francisco rechazó una oferta de Marx de dimitir como arzobispo por la crisis. Marx dijo que si resultaba ser “más un estorbo que una ayuda”, consultaría con los comités apropiados.
Sin dar detalles sobre sus planes, Marx dijo que informaría dentro de un año sobre los pasos concretos que se hayan dado.
Benedicto, quien tiene 94 años y que dimitió en 2013 alegando su avanzada edad, negó haber actuado mal en una declaración escrita a los investigadores. Sin embargo, ha reconocido haber dado a los investigadores una información errónea sobre una reunión sobre un caso de abusos sexuales. El Vaticano lo ha defendido.
Reuters
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