El gobierno sueco autorizó este jueves al entierro definitivo de los residuos radiactivos de las centrales nucleares del país en un emplazamiento subterráneo diseñado para durar 100 mil años.
El anuncio del ejecutivo socialdemócrata llega después de años de debate y pocas semanas después de la salida del gobierno de los ecologistas, que se oponían a esta solución.
Se eligió un terreno en Forsmark, cerca de una de las dos centrales nucleares suecas en funcionamiento, a unos 130 kilómetros al norte de Estocolmo, no lejos del mar Báltico.
Los residuos radiactivos de las centrales nucleares suecas serán sellados en cilindros de cobre y se bajarán a 500 metros bajo tierra en galerías de granito rellenas de arcilla.
El dispositivo, que se supone que mantendrá los residuos a salvo hasta que vuelvan a ser inocuos dentro de 100 mil años, fue anunciado por la ministra sueca de Medio Ambiente, Annika Strandhäll, que lo calificó de decisión histórica.
“Lo hacemos para cumplir con nuestra responsabilidad tanto con el medio ambiente como con la humanidad, pero también con el suministro de electricidad a largo plazo de Suecia y con los puestos de trabajo suecos”, dijo la ministra.
Algunos científicos siguen siendo escépticos acerca de la capacidad del cobre para resistir la corrosión durante tanto tiempo, pero los habitantes del municipio de Forsmark, que recibirán los silos de cobre y donde ya existe una central nuclear, se declaran favorables al proyecto en un 85%: se han prometido mil 500 puestos de trabajo para la excavación de los túneles y la construcción de la planta de encapsulamiento, durante 10 años. El proceso se concluirá definitivamente en 2100.
Qué hacer con los residuos nucleares ha sido la gran pregunta desde que se pusieron en marcha las primeras centrales nucleares del mundo en las décadas de 1950 y 1960.
El Organismo Internacional de la Energía Atómica calcula que hay unas 370 mil toneladas de combustible nuclear gastado altamente radiactivo almacenadas temporalmente en todo el mundo.
“Nuestra generación debe asumir la responsabilidad de los residuos nucleares. Este es el resultado de 40 años de investigación y estarán seguros durante 100 mil años”, dijo Strandhäll en una rueda de prensa.
“Con ello aseguramos que podemos utilizar nuestra actual energía nuclear como parte de la transición para convertirnos en la primera nación desarrollada sin combustibles fósiles del mundo”.
Las centrales nucleares suecas han producido unas 8 mil toneladas de residuos altamente radiactivos -incluido el combustible gastado- desde que empezaron a funcionar en la década de 1970.
Greenpeace: 100 mil años de consecuencias
Greenpeace lamentó una decisión con “100 mil años de consecuencias”. La ONG ecologista denunció la “excesiva inseguridad” en torno a la solución y una decisión gubernamental “irresponsable”.
Suecia imita así su vecino Finlandia, que actualmente está construyendo un basurero nuclear en Eurajoki, en la costa suroeste del país. El centro, que se está terminando de construir, debería recibir los primeros envíos de prueba en 2023 y estar operativo en 2025.
Como en Finlandia, las barras de combustible gastado se introducen primero en bidones de hierro fundido. Estos botes se introducen en silos de cobre que, si se sellan correctamente, deberían permanecer teóricamente herméticos durante 100 mil años.
Con información del corresponsal de RFI en Estocolmo, Frédéric Faux, y Reuters
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