ARIZONA – Existe una práctica en la que hospitales que atienden a inmigrantes que no cuentan con recursos para pagar gastos médicos o un estatus legal son repatriados.
De acuerdo con un reporte de Free Immigration Project publicado en el 2021, en los últimos seis años se lograron documentar más de 800 casos de pacientes en al menos 15 estados como Arizona, California, Florida y Texas deportaron a pacientes a sus países de origen. En muchos casos esto ocurre sin el consentimiento de los familiares.
Tal es el caso de Celso Israel Parra, un joven guatemalteco de 21 años, quien ha vivido en Phoenix desde hace cuatro años. En diciembre, se accidentó en Flagstaff, al norte de Arizona, luego de volcarse la camioneta donde viajaba. Ahora, es atendido en el centro médico de esa ciudad.
“Nunca pensé que le iba a pasar esto. Y ahora el hospital me está diciendo que lo van a mandar de regreso”, comenta Rutila Pérez, tía de Celso.
El camión estaba cerrado con un candado y fue un perro el que permitió el hallazgo del grupo de migrantes.
Aunque requiere de más cuidados médicos, representantes del centro médico presuntamente están amenazando con trasladar al joven a un hospital en Guatemala para que continúe con su rehabilitación.
El consulado de Guatemala en Phoenix está abogando por la familia para evitar la repatriación de Celso.
“Por ley, los hospitales de Estados Unidos deben brindar asistencia de emergencia hasta que el paciente haya sido estabilizado médicamente y es entonces que pueden entregarlos a un doctor en sus países de origen”, asegura Juan Fernando Valey, cónsul de Guatemala en Phoenix.
La representante del centro médico de Flagstaff dijo a TELEMUNDO Arizona que le están dando a la familia la opción de trasladar a Parra a otro hospital o enviarlo a su país de origen.
Sus cuerpos fueron encontrados calcinados dentro de un vehículo en la frontera entre EEUU y México.
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