Un total de 47 periodistas fueron asesinados en 2021 en ataques contra ellos, bombardeos o en medio de fuego cruzado, según el informe anual de la Federación Internacional de Periodistas (FIP), publicado este miércoles.
En el documento, se destaca que ocho de los casos fueron periodistas asesinados en México: Benjamín Morales Hernández, Gustavo Sánchez Cabrera, Saúl Tijerina Rentería, Ricardo Domínguez López, Abraham Mendoza, Jacinto Romero Flores, Alfredo Cardoso y Fredy López Arévalo.
La 31 edición del informe de la FIP, que detalla las circunstancias de los 47 asesinatos y del asesinato “accidental” de otras dos periodistas, destacó que se trata del quinto número más bajo de asesinatos de periodistas desde 1990 -año en el que comenzó a elaborar el trabajo- y que son 18 menos que el año anterior. Sin embargo, desde 1990, han sido asesinados 2 mil 725 periodistas, lamenta.
En el recuento por regiones, detalla que en América fueron 10 los comunicadores asesinados en el año; en Europa, 6; en África, 9; Asia, 21, y en el mundo Árabe, 3.
La FIP resaltó que, a pesar de la disminución, 2021 ha sido un año en el que las amenazas contra los periodistas y la libertad de prensa se han incrementado “significativamente”.
Así, la organización constató un número récord de periodistas detenidos, con 365 en la cárcel por su trabajo, lo que constituye un aumento “considerable” frente a los 235 de 2020.
“De forma común, los periodistas son arrestados y acusados de infracciones por simplemente cubrir protestas o tratar de informar de la crisis del coronavirus, ambos asuntos de un significativo interés público”, indicó la FIP.
La organización también resaltó la amenaza a la libertad de prensa que representa el software espía Pegasus, desarrollado por la empresa israelí NSO, utilizado para vigilar a los periodistas, entre otros objetivos, a través de sus teléfonos móviles.
“La confidencialidad de las fuentes y la privacidad de las comunicaciones personales de los periodistas ya no pueden darse como garantizadas”, lamentó la FIP.
Mujeres periodistas
Este año, al menos siete mujeres periodistas han sido asesinadas mientras llevaban a cabo su trabajo. Afganistán es el país que está pagando el precio más alto, según la FIP, cuyo Consejo de Género se ha mostrado “particularmente preocupado” por la situación de las mujeres periodistas afganas. Cree que han de redoblarse los esfuerzos para proteger su vida y la de sus familias, por lo que han pedido una acción internacional que permita abordar su crítica situación.
La organización también condenó el acoso online a las mujeres periodistas y pidió a las redacciones, plataformas de internet y gobiernos que emprendan medidas para instaurar soluciones sostenibles para erradicar esta lacra.
México en la impunidad
La pandemia del Covid-19 y la polarización en los procesos electorales sumaron más violencia a los riesgos habituales que enfrentan muchos trabajadores de la prensa en la región de América Latina y el Caribe.
Este año, 15 periodistas fueron asesinados y 10 de ellos fueron asesinados en México, el país más peligroso del continente y uno de los más peligrosos del mundo, según la campaña Fin a la Impunidad.
“La violencia estructural contra los periodistas en México está lejos de resolverse. Los grupos del crimen organizado tienen el control del territorio, muchas veces en connivencia con las autoridades locales, y las voces críticas de los periodistas comunitarios siguen siendo silenciadas”, explica el informe.
Acusa que los índices de impunidad son alarmantes: el 95% de los asesinatos siguen sin resolverse.
“Si bien algunos de los casos más emblemáticos han llegado a la justicia este año, como los casos de Miroslava Breach y Javier Valdez, la gran mayoría ni siquiera llega a juicio”, afirma.
Periodistas en peligro
En referencia al Fondo de Seguridad de la FIP para asistir a periodistas, trabajadores de medios de comunicación y sus familias, el organismo indicó que en 2021 se gastaron más de 90 mil euros en ayuda económica para reubicar a profesionales en un lugar seguro, para que reciban atención sanitaria o para pagar su asistencia legal.
Entre otros, la FIP garantizó que un periodista de Nigeria fuera operado de un ojo, garantizó el tratamiento médico de un periodista en Haití y ayudó a un segundo a escapar de una situación de peligro también en el país o asistió a “docenas” de periodistas en aspectos alimentarios, sanitarios o de reubicación en Afganistán.
Con información de Europa Press y la FIP
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