La crisis del coronavirus ha supuesto un duro varapalo para todos los sectores de la economía a nivel global, pero muy especialmente para el turístico. Las aerolíneas son unas de las grandes perjudicadas por la caída en el número de vuelos. Por esta razón, están impulsando suscripciones mensuales al más puro estilo Netflix, y también están realizando vuelos a ninguna parte. Son precisamente estos vuelos los que más controversia han generado en todo el mundo.
¿Qué son los vuelos a ninguna parte?
Las aerolíneas ofrecen a sus clientes vuelos que salen y llegan al mismo aeropuerto. Pero, ¿esto tiene algún sentido? Lo cierto es que sí. Las aerolíneas necesitan sumar horas de vuelo para mantener sus certificados en vigor, así como las plazas que tienen asignadas en cada aeropuerto.
La normativa general indica que las compañías aéreas deben operar al menos el 80% de las plazas que tienen asignadas en condiciones normales. No hacerlo podría conllevar la pérdida de dichas plazas para la próxima temporada.
Así que, para evitarlo, aerolíneas de todo el mundo han optado por poner en marcha vuelos a ninguna parte.
Aerolíneas que ofrecen este tipo de vuelos
Una de las primeras compañías en ofrecer un vuelo con salida y llegada al mismo aeropuerto a sus clientes fue la japonesa ANA. Para ello, movilizó su Airbus A380 de dos plantas, el avión de pasajeros más grande a nivel global. Los pasajeros quedaron muy satisfechos ya que durante las casi dos horas de viaje recibieron un paquete de regalos y varios cócteles.
La aerolínea StarLux Airlines también ofreció vuelos de tres horas y media para sobrevolar las Islas Pratas (Taiwán). Los pasajeros tendrían la oportunidad de observar las islas desde las alturas y tomar unas fotografías únicas.
Algo similar hizo la compañía aérea Royal Brunei: lanzó varios billetes a la venta en forma de paquetes, que incluían vuelo de 85 minutos y cena mientras sobrevolaba la isla de Borneo.
Aunque los vuelos a ninguna parte puedan parecer una auténtica locura, lo cierto es que están teniendo muchísimo éxito. Sin ir más lejos, esta semana la aerolínea Qantas ha vendido en apenas 10 minutos todas las plazas para un vuelo que el próximo 10 de octubre sobrevolará algunos de los principales enclaves turísticos de Australia, como la Gran Barrera de Arrecifes o las islas Whitsundays. El precio de los billetes oscila entre los 485 y los 2.350 euros.
Una de las iniciativas más exclusivas es la de sobrevolar la Antártida a bordo de un Boeing 787. La aerolínea Qantas ofrecerá estos vuelos a partir del mes de noviembre.
En plena pandemia del coronavirus, los vuelos a ninguna parte quizá sean la nueva firma de «viajar». A juzgar por el gran éxito que están teniendo las aerolíneas en la venta de billetes para este tipo de vuelos, los pasajeros han encontrado en ellos una forma de ocio exclusivo para ver desde las alturas paisajes singulares.
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