Extracto del Libro “El Narco llegó a Querétaro” Autor: Armando Guerra
Querétaro, Qro.- 20 febrero de 2022.-Era octubre de 1978, el joven Arturo Muñoz Urquiza, hijo de uno de los comerciantes más conocidos y de mayor tradición en Querétaro, mató a su amante y luego quemó su cuerpo en una casa que habitaba en la céntrica calle de Ignacio Altamirano.
Arturo, era primo hermano del entonces gobernador Antonio Calzada Urquiza y familiar cercano de David Ibarra Muñoz quien entonces fungía como secretario de Hacienda en el sexenio de José López Portillo.
Entonces se supo del sanguinario crimen, según testigos, dijeron que el acaudalado hijo de comerciante mutiló el cuerpo de la mujer y luego lo fue a tirar al Cerro del Pathé, donde le prendió fuego, pero un anillo y una llave que no pudieron consumirse a la hora de la incineración, lograron la identificación de aquella mujer a quien se le conocía y le apodaban en la ciudad como “La Canica”.
Al asesino por ser descendiente de la alta sociedad y miembro de afamada familia, se le aplicó una mínima sentencia que poco a poco fue bajando, después de su encarcelamiento se le dejó en libertad hasta en dos ocasiones.
Quienes conocieron al asesino, dicen que primero se le vio en el jardín de la ciudad y ya durante el gobierno de Don Rafael Camacho Guzmán, se le volvió a ver peleando con la estatua ecuestre de Mariano Escobedo, a partir de ahí se le desapareció de la vida pública, dicen que se volvió loco y que al final murió de esquizofrenia.
Este suceso policiaco fue comparado en su momento con el escandaloso crimen protagonizado por los llamados “Darketos” quienes en el 2000 destazaron en un rito satánico a una joven mujer, caso que conmocionó también a la sociedad queretana.
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