El Papa Francisco informó este miércoles que la amenaza de guerra en Ucrania le causa un gran dolor en el corazón y condenó las acciones que desestabilizan la convivencia entre las naciones y desacreditan el derecho internacional.
Estados Unidos y sus aliados acusaron a Rusia de violar flagrantemente el derecho internacional al enviar tropas a las regiones separatistas del este de Ucrania y reconocer a las regiones separatistas de Donetsk y Lugansk como repúblicas independientes.
Francisco, hablando en un tono sombrío al final de su audiencia general semanal, también instó a los políticos a hacer un serio examen de conciencia ante Dios sobre los efectos de sus acciones.
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Proclamó el Miércoles de Ceniza, el 2 de marzo de este año, como día internacional de ayuno y oración por la paz. Condenó la “diabólica insensatez de la violencia” y pidió a la Virgen, reina de la paz, que salve al mundo de la locura de la guerra.
“Siento un gran dolor en mi corazón por el empeoramiento de la situación en Ucrania”, dijo Francisco.
Agregó que estaba angustiado y preocupado como muchos en todo el mundo porque la paz se ve amenazada por intereses partidistas.
“Hago un llamado a todas las partes para que se abstengan de cualquier acción que pueda provocar más sufrimiento a las poblaciones, desestabilizando la convivencia entre las naciones y desacreditando el derecho internacional”.
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Estados Unidos, la Unión Europea, Gran Bretaña, Australia, Canadá y Japón anunciaron planes para atacar a bancos y élites, mientras que Alemania detuvo un importante proyecto de gasoducto desde Rusia en una de las peores crisis de seguridad en Europa en décadas.
Fue la segunda vez que Francisco convocó un día internacional de oración por la paz en Ucrania; la primera fue el 26 de enero.
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