Cómo el sistema sanitario falla continuamente a las mujeres: un documental para las miles de Olatzs que hay en el mundo



Dani y Anna forman parte de un estudio que analiza por qué la covid-19 ha matado a más hombres que mujeres. Se contagiaron a la vez, pero ella tuvo síntomas leves y él terminó ingresado en el hospital.Movistar Plus+

La directora británicobrasileña Suemay Oram (Río de Janeiro, 42 años), como tantas otras mujeres, ha tenido a lo largo de su vida la sensación de no ser escuchada en consulta médica. Le ocurrió incluso cuando fue a dar a luz a su primer hijo, hace ocho años. “He tenido que aprender a ser insistente. A seguir diciendo: no me siento bien. A menudo, a las mujeres se nos sigue tratando como si fuéramos seres histéricos y paranoicos. Y lo cierto es que es complicado tener la seguridad suficiente como para decirle a un profesional de la medicina que su diagnóstico puede no ser el adecuado”, cuenta a través de Zoom desde su casa de Londres.

En España todavía resuena el caso de la periodista Olatz Vázquez, fallecida en septiembre a los 27 años. Contó en redes sociales cómo su cáncer gástrico se diagnosticó demasiado tarde, después de pasar meses de consulta en consulta insistiendo sin éxito sobre sus dolores y que las respuestas que recibiera por parte de los médicos fueran posible gastritis, úlcera e incluso dolores menstruales que ella malinterpretaba.

Su respuesta era siempre la misma: “eres joven; será una celiaquía, una gastritis, una úlcera… “. Hasta me recomendaron ir al ginecólogo porque quizás, y cito textualmente “estaba confundiendo dolores abdominales con dolores menstruales”.

— Olatz Vázquez (@OlatzVazquez) August 21, 2020

La verdad sobre el sexo débil, documental de la cadena británica Channel 4 que Movistar Plus+ incorpora a su catálogo desde este miércoles 9 de marzo, defiende dos premisas que van en paralelo y que crean una desafortunada paradoja. Las mujeres son más resistentes a las enfermedades mortales, pero el sistema sanitario a menudo no las escucha y está diseñado por y para hombres. Y eso está costando vidas femeninas.

Por un lado, Oram recopila testimonios y estudios científicos que defienden que, desde el punto de vista biológico, la mujer es el sexo fuerte en cuanto a su forma de combatir dolencias graves. Más allá de si ellos beben más alcohol, tienen trabajos con mayor exigencia física o conducen más rápido, es la ventajosa genética de ellas uno de los factores clave para que su esperanza de vida sea superior. La directora muestra un caso tan reciente como el del coronavirus y lo personaliza en una pareja británica. Mientras que ella apenas tuvo síntomas, su marido terminó ingresado en el hospital cuando se contagiaron al mismo tiempo de la covid-19. Ambos forman parte de un estudio científico que busca determinar las razones de por qué la pandemia ha matado a más hombres que a mujeres en todo el mundo.

Pero, el asunto en el que ahonda La verdad sobre el sexo débil es cómo el sistema sanitario falla de forma sistemática a las mujeres. Oram defiende que, hasta ahora, la medicina no ha atendido a las diferencias entre sexos y que prepondera lo masculino. Lo hace en sus estudios clínicos, sus medicamentos, sus diagnósticos y sus tratamientos. El sesgo de género y la brecha de datos femeninos resulta mortal o muy perjudicial para muchas mujeres. Un ejemplo claro es el del Ambien, un medicamento para dormir que es muy popular en Estados Unidos. Hasta que las mujeres no acudieron en masa a la consulta quejándose de sus efectos secundarios y sus médicos no informaron de miles de casos, la agencia federal del medicamento de Estados Unidos (FDA, en sus siglas en inglés) no llegó a la conclusión de que ellas debían tomar una dosis menor, destaca el documental.

Lisa es madre de uno de los miles de niños afectados en Reino Unido por el valproico.Movistar Plus+

Una de las cosas que más impactó a la directora durante su proceso de investigación fue descubrir que a muchas mujeres no se les diagnostica de autismo hasta una edad muy avanzada. “Ellas presentan características distintas a las de los hombres. Al no cumplir con la lista de síntomas habitual, la que está elaborada a partir de casos masculinos, los médicos buscan otras razones. También pasa con las señales que avisan de un ataque al corazón”, recuerda.

Otro asunto que le indigna especialmente es el del escándalo del ácido valproico en Reino Unido y Francia, del que incluye tres testimonios en este documental. Durante décadas, los médicos explicaron a las mujeres que lo tomaban, principalmente contra la epilepsia, la migraña o el trastorno bipolar, que podían seguir haciéndolo durante el embarazo. Hasta que determinaron que podía causar malformaciones en el feto y afectar al desarrollo de los niños. “Cuando muchas de ellas acudían a las consultas diciendo que sus hijos no comían ni crecían con normalidad, los profesionales no se tomaban en serio sus preocupaciones ni su juicio como madres. Solo eran sobreprotectoras. Son todos esos prejuicios contra las mujeres los que nos hacen ser más insistentes y estar más enfadadas. Aunque quizá así muchos doctores nos escuchen”, lamenta.

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