En muchas ocasiones, los viajes se convierten en una carrera contrarreloj de monumentos, visitas guiadas, playas masificadas… Este año la pandemia del coronavirus nos ha hecho valorar la vida de otra manera, y disfrutar más de las pequeñas cosas. Así que el «viaje slow» se presenta como la principal tendencia para las vacaciones 2020.
Se trata de una corriente que busca descubrir la riqueza de los pequeños placeres de la vida: conocer un lugar a fondo, conocer a sus gentes, disfrutar de la cultura… ¡Todo lo contrario a esos viajes en los que se busca visitar el máximo número de cosas en el menor tiempo posible!
Para hacer un «viaje slow» en condiciones y pasar unas vacaciones sin estrés y con calma, hay una serie de consejos que debes tener en cuenta.
Elegir un buen destino
Lo primero y más importante es elegir un destino «viable» para los días de vacaciones de los que dispones. Se trata de disfrutar y conocer el lugar a fondo, ¡nada de prisas!
Conocer el lugar a fondo
En un «viaje slow» hay que conocer el destino al detalle, descubriendo aquellos lugares que no aparecen en las guías turísticas. Es la mejor forma de conocer a los locales y a su cultura.
No programar las horas del día
Nada de mirar el reloj ni planificar rutas. Hay que disfrutar del lugar de manera tranquila, según vaya surgiendo en cada momento.
Probar la gastronomía típica
Una buena recomendación para integrarse con la cultura local es probar la gastronomía típica de la zona.
Saborear los momentos
Y, por último, no se trata de hacer turismo, sino simplemente de viajar y conocer nuevos lugares, saboreando cada momento. La experiencia es muchísimo más enriquecedora.
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