El pasado 22 de marzo, el equipo legal de la señora Melissa Lucio presentaron una solicitud de clemencia al gobernador de Texas, Greg Abott, y a la junta de Indultos y Libertad Condicional de Texas, en un último intento por frenar su ejecución programada para el próximo 27 de abril.
De acuerdo con sus abogados, existe evidencia, incluida en una solicitud que el jurado nunca escuchó, que prueban que Melissa Lucio, víctima de abuso sexual y violencia doméstica, fue condenada injustamente y condenada a muerte por la muerte accidental de su hija, Mariah de 2 años.
De acuerdo con Innocence Project, solicitud incluye las declaraciones de siete expertos reconocidos a nivel nacional, incluidos científicos y expertos forenses, que revisaron la evidencia y concluyeron que la condena de Lucio se basó en una “confesión” poco confiable que es esencialmente una mera “regurgitación” de hechos y palabras que los oficiales le dieron durante el interrogatorio de cinco horas.
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Además, asegura, se manejó evidencia falsa y no científica que indujo al jurado a creer que Mariah fue asesinada por abuso físico, cuando la evidencia en realidad es consistente con la conclusión de que la menor murió de complicaciones médicas después de una caída.
Cientos de grupos contra la violencia doméstica de Texas, líderes bautistas, evangélicos y católicos, organizaciones latinas, exonerados de condenas injustas y los hijos de la Melissa Lucio también presentaron cartas instando a la Junta y al Gobernador en busca de clemencia para la sentenciada.
The Texas Tribune detalló que más de la mitad de los miembros de la Cámara de Representantes de Texas están pidiendo a la junta de libertad condicional del estado que detenga la ejecución de Melissa Lucio, quien de otro modo se convertiría en la primera latina ejecutada por Texas.
Lucio, de 53 años, ha estado en prisión desde que su hija, Mariah, murió en febrero de 2007.
La familia llamó al 911 después de que encontraron a la niña inconsciente en su apartamento de Harlingen. Numerosos moretones, rasguños y lo que parecía ser una marca de mordedura en su cuerpo llevaron a los investigadores policiales a creer que la niña había sido asesinada.
Más tarde se determinó que la muerte de Mariah fue causada por una herida en la cabeza por fuerza contundente. La mujer fue la principal sospechosa, a pesar de que en repetidas ocasiones, durante el interrogatorio, aseguró que ella no lastimó a la menor. Tanto Lucio como otros de sus hijos, aseguraron a la policía que la niña se había caído de las escaleras dos días antes. Melissa Lucio vivía con su esposo y nueve de sus hijos en ese momento.
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Mariah era la duodécima y la menor de Lucio.
The Texas Tribune detalla que después de unas tres horas de interrogatorio, Lucio admitió, cuando la policía se lo pidió, haber golpeado y mordido a Mariah. Ella todavía negó cualquier participación en una lesión en la cabeza. Esas declaraciones fueron el quid del caso del estado en su contra.
Aunque no admitió haber matado a su hijo o causado una lesión fatal, su admisión de abuso infantil llevó a los fiscales y a un jurado del condado de Cameron a relacionarla con la muerte del niño y encontrarla merecedora de la pena de muerte.
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