Uno de los heridos en el atentado de Tel Aviv, este jueves a su llegad a un hospital.

Un nuevo atentado se cobra al menos dos muertos y ocho heridos en Tel Aviv

Uno de los heridos en el atentado de Tel Aviv, este jueves a su llegad a un hospital.
Uno de los heridos en el atentado de Tel Aviv, este jueves a su llegad a un hospital.GIDEON MARKOWICZ (AFP)

Un nuevo atentado con armas de fuego, el cuarto en dos semanas, ha sembrado el terror en la noche de este jueves en el centro de Tel Aviv, donde al menos dos personas han muerto tiroteadas. Un hombre armado ha abierto fuego de forma indiscriminada en la zona de ocio de la calle de Dizengoff, una de las más concurridas de la ciudad costera. Un portavoz policial informó a través del canal de televisión público KAN de que los servicios de emergencia habían evacuado al menos a ocho heridos de bala, cuatro de ellos en estado grave, hacia varios hospitales. Los disparos se sucedieron a lo largo de locales con terrazas, abarrotadas de clientes en medio de una temperatura primaveral en el inicio del fin de semana en Oriente Próximo.

Tel Aviv ha revivido escenas de violencia y pánico inéditas desde la Segunda Intifada (2000-2005). Como entonces, el ejército ha vuelto a patrullar las calles de la capital económica y cultural de Israel. Desde el mismo lugar del atentado, el alcalde de Tel Aviv, el laborista Ron Huldai, pidió a los ciudadanos que permanecieran en sus casas para facilitar las tareas de las fuerzas de seguridad, que intentaban capturar al autor del ataque después de que hubiera huido a pie.

Las imágenes de televisión mostraban decenas de ambulancias y vehículos policiales en medio de escenas de caos en el céntrico distrito de bares y restaurantes. Un millar de miembros de las fuerzas de seguridad, muchos de ellos con equipamiento militar, recorrían las calles y efectuaban registros casa por casa en un ambiente de guerra nocturna a la búsqueda del atacante.

Testigos del atentado describían ante las cámaras las escenas de terror entre los clientes de las terrazas agazapados bajo las mesas mientras eran tiroteados. La Estrella Roja de David atendió a dos decenas de personas contusionadas. Las imágenes mostraron además la huida a la carrera de cientos de ciudadanos despavoridos.

Tras la muerte de 11 personas en la ola de atentados registrada entre el 22 y el 29 de marzo, el ejército ha vuelto a patrullar desde esta semana por el centro de las principales ciudades de Israel, por primera vez desde la Intifada de los Cuchillos de 2015-2016. Centenares de civiles portan, además, fusiles y pistolas de manera ostensible por esas mismas calles, siguiendo la recomendación del primer ministro, Naftali Bennett. El jefe del Gobierno se reunió de inmediato con la cúpula de la seguridad nacional en la sede de las Fuerzas Armadas en Tel Aviv.

La movilización ante una de las mayores cadenas de ataques a tiros en zonas urbanas, cometidos por árabes de nacionalidad israelí y palestinos de Cisjordania, ha hecho saltar la diferencia entre los territorios situados a ambos lados de la Línea Verde, divisoria entre Israel y los territorios palestinos. Los grupos radicales Hamás y Yihad Islámica justificaron el atentado, sin atribuírselo, como “una respuesta natural” a la violencia israelí en los santos lugares islámicos de Jerusalén.

La escalada de atentados ha impactado también contra la frágil coalición de fuerzas políticas dispares que dirige el ultranacionalista Bennett, que ha perdido esta misma semana la mayoría en la Kneset (Parlamento). La alianza política se había fraguado hace apenas 10 meses con el objetivo de apear del poder al conservador Benjamín Netanyahu después de 12 años en el poder.

Los dos primeros ataques de la actual oleada sorprendieron a finales de marzo a los servicios de inteligencia en Beersheva (cuatro muertos) y Hadera (dos muertos), por la inopinada participación de árabes con ciudadanía israelí que ya habían sido condenados en el pasado por sus vínculos con el Estado Islámico. El tercero, que se cobró la vida de cinco personas en Bnei Brak (distrito ultrarreligioso del área metropolitana de Tel Aviv), fue cometido el día 29 por un palestino que se infiltró desde Yenín (norte de Cisjordania), y que había sido también encarcelado por su afiliación a Yihad Islámica.

La convergencia durante el mes de abril del Ramadán musulmán con la Pascua judía (que este año coincide de pleno con la Semana Santa cristiana) hace temer a las autoridades que se dispare la violencia en Cisjordania y, sobre todo, en Jerusalén Oriental. La Ciudad Vieja ha vivido en las primeras noches de Ramadán enfrentamientos entre manifestantes palestinos y policías, como los que en mayo de 2021 precedieron a la intervención militar de Israel en la franja de Gaza. Las fuerzas de seguridad se encuentran ya en estado de máxima alerta ante la celebración del primer viernes de Ramadán, cuyo rezo masivo en la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén amenaza con disparar la espiral de tensión.

Sigue toda la información internacional en Facebook y Twitter, o en nuestra newsletter semanal.




Source link