Tomar café amargo no sería sólo una cuestión de gustos o hábitos, sino que escondería un trastorno psicológico . Una afirmación que ha sido respaldada por un estudio austriaco que ha identificado un vínculo bastante curioso entre el hecho de tomar una taza de café estrictamente sin azúcar y la psique. El estudió, en particular, investigó la relación que existe, en general, entre la comida o bebida amarga y la frecuencia de psicopatías. Los resultados son sorprendentes.
El café amargo y su relación con la psique
El objetivo de los investigadores de la Universidad de Innsbruck, que firmaron el estudio, fue evaluar la tendencia al narcisismo en relación al amor por el café amargo. Una tesis bastante inusual que, sin embargo, encontró consuelo en los resultados de la encuesta, realizada tanto a hombres como a mujeres. A todos los sujetos se les preguntó si preferían bebidas y alimentos amargos o dulces; por lo tanto, fueron sometidos a pruebas de personalidad.
Entre los cuestionarios previstos también están las preguntas que se utilizan para evaluar la llamada ‘ tríada oscura ‘, que se corresponde con el hecho de identificar el nivel de psicopatía, narcisismo y maquiavelismo. Los hallazgos de la investigación austriaca parecen no dejar lugar a dudas: los amantes de las comidas y bebidas amargas, entre las que se incluye principalmente el café pero también el chocolate, tienen una mayor predisposición a actitudes narcisistas, sádicas y agresivas. En algunos casos pueden incluso rozar conductas que estarían cercanas a la psicopatía.
Conclusiones del estudio
Sin embargo, cabe precisar que la preferencia por el sabor amargo también depende de factores completamente ajenos a la psicología. Por ejemplo, las experiencias vividas en el pasado pueden haber llevado al sujeto a preferir lo amargo a lo dulce, sin que ello sea un indicio de patología psíquica. La austriaca es, por tanto, una investigación que cuenta una relación significativa entre gustos y comportamientos pero antes de llegar a conclusiones precipitadas o genéricas es bueno investigar caso por caso.
Después de todo, beber café amargo es muchas veces un verdadero ritual y en este caso, obviamente, la cultura o las tradiciones no tienen nada que ver con la biología o la psicología del individuo. O también puede deberse a algo tan «casual» como querer evitar el consumo de azúcar dado que no sólo modifica el «auténtico» sabor del café sino que además, puede tener efectos no muy saludables para nuestro organismo y sencillamente engorda más que el hecho de tomar el café sin ningún tipo de edulcorante.
Source link