Día clave en el caso de las mascarillas que ha puesto en el punto de mira a Luis Medina y a Alberto Luceño. Después de varios días sin aparecer en público, el hijo de Naty Abascal ha acudido a declarar ante el juez en Madrid, en concreto, en el Juzgado de Instrucción Número 47 de la capital.
Mientras que Alberto Luceño llegaba al juzgado varias horas antes de la declaración y con mascarilla, en el caso de Luis Medina lo ha hecho apenas unos minutos antes de la hora prevista para la declaración. Ninguno de los dos ha hecho comentarios ante los medios. El hermano del duque de Feria ha llegado con su abogado, con gafas de sol y sin mascarilla, en torno a las 11:40 de la mañana y en medio de una gran expectación por parte de los reporteros y curiosos que se encontraban en la zona.
Un momento delicado
Fue la Fiscalía Anticorrupción la que inició hace más de un año las investigaciones en torno a los contratos que había firmado Empresa de Servicios Funerarios y Cementerios de Madrid, participada íntegramente por el Ayuntamiento, y una mercantil malaya para adquirir guantes, mascarillas y test en una de las fases más complicadas de la crisis sanitaria del coronavirus.
Una serie de contratos por los que el Ayuntamiento pagó casi doce millones de dólares, una cifra muy superior a la que pedía el vendedor y de la que resultaron importantes comisiones para Medina y Luceño, especialmente en el caso de este último. Según revela Anticorrupción, ambos empresarios obtuvieron más de seis millones de dólares, con los que adquirieron coches de alta gama, pagaron vacaciones e incluso una vivienda en Pozuelo -Luceño-, dos bonos y un barco -Luis Medina-.
Hace pocos días se conocía que el juez Carretero, responsable de la instrucción del caso, tomaba la decisión de imputar al hermano del duque de Feria por un presunto delito de alzamiento de bienes. Un delito que se suma a los de blanqueamiento de capitales, falsedad documental y estafa agravada. Según la Fiscalía Anticorrupción, el hijo de Naty Abascal y Alberto Luceño elevaron los precios de los productos sanitarios más de un 400 por ciento y además, gran parte del material llegó a España defectuoso, en uno de los momentos más críticos de la pandemia.
Además de imputar a Luis Medina, el juez también ha impuesto una fianza cercana a los 900.000 euros, que el aristócrata debía abonar en un plazo no superior a tres días -que finaliza hoy-, dado que el saldo de sus cuentas apenas llegaba a los 250 euros, lo que impedía cumplir con las posibles responsabilidades económicas derivadas del proceso.
En las pocas ocasiones en las que Luis Medina se ha manifestado sobre esta situación, el hermano de Rafael Medina se ha mostrado tranquilo y ha actuado con total normalidad. Es más, aprovechó la Semana Santa para estar junto a su madre, Naty Abascal, en la casa familiar de Tavira, en Portugal.
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