Rusia cumple su amenaza y corta el gas a Polonia y Bulgaria

Rusia cumple su amenaza y corta el gas a Polonia y Bulgaria

Rusia ha cumplido este miércoles su amenaza de cortar el suministro de gas a Polonia y Bulgaria por su negativa a pagar en rublos. La empresa estatal rusa Gazprom ha interrumpido totalmente sus exportaciones con destino a ambos países, según anunció el gigante energético en un comunicado y confirmó posteriormente la radio nacional polaca. Polonia y Bulgaria son los primeros países a los que Moscú, que representa para ambos su principal proveedor de gas, corta ese suministro, en lo que constituye la respuesta más dura del Kremlin a las sanciones impuestas por Occidente por la guerra en Ucrania. El gas sigue, sin embargo, fluyendo hacia el resto de países de Europa a través de la red de gasoductos rusos, incluido el Yamal-Europa, que discurre por territorio polaco y también los que atraviesan el territorio ucranio. Bulgaria ha pedido a Bruselas una postura común ante la medida adoptada por Moscú, que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha calificado de “chantaje inaceptable”.

“Gazprom ha suspendido completamente el suministro de gas a Bulgargaz (Bulgaria) y PGNiG (Polonia) debido a la ausencia de pagos en rublos”, asegura la compañía estatal rusa en un comunicado. “Los pagos por el gas suministrado a partir del 1 de abril debían hacerse en rublos utilizando los nuevos detalles de pago, sobre los que las contrapartes fueron informadas de manera oportuna”, prosigue el texto de la compañía.

El martes, la gasista polaca había anunciado que la interrupción del flujo estaba prevista desde el viernes, cuando concluía el plazo de Moscú para empezar a pagar la factura de ese hidrocarburo en rublos, después de que el pasado 31 de marzo el presidente Vladímir Putin formulara esa exigencia para los países que definió como “hostiles”. Poco después del anuncio del martes de la empresa estatal polaca, Gazprom informó a su vez de que el suministro a Bulgaria también se interrumpiría a partir del miércoles, según confirmó el Ministerio de Energía de ese país a la agencia Reuters.

La reacción polaca fue considerar que el decreto presidencial del Kremlin no era vinculante para su país. La ministra de Clima y Medio Ambiente, Anna Moskwa, resumió la postura polaca afirmando que los decretos de Putin “no están en vigor en Polonia” y que no había motivos para detener las entregas a través del gasoducto Yamal-Europa. Moskwa recordó además que su país siempre ha cumplido sus obligaciones de pago y que no tiene deudas con Gazprom. “Se trata de un incumplimiento de contrato y la empresa tomará las medidas adecuadas”, advirtió la ministra.

Tras confirmarse el corte de suministro del hidrocarburo, la titular de la cartera de Clima y Medio Ambiente ha asegurado que las “las existencias de gas almacenado en Polonia rondan el 80%” y que, por el momento, Polonia “no tendrá necesidad de buscar nuevos suministros de gas natural licuado (GNL)”. La ministra —que ha aludido a que Polonia puede acceder a suministros de gas a través de gasoductos que transitan por la República Checa y Lituania— ha recalcado que su país no sufrirá “escasez de gas” y ha garantizado que “los suministros están asegurados”. Varsovia había anunciado ya antes del anuncio de la interrupción del suministro su intención de no renovar el contrato con Moscú, que expiraba a finales de año.

La estatal polaca de gas, PGNiG, ha advertido a Rusia en un comunicado de que esta medida es “un incumplimiento del contrato” entre ambos países, por lo que “tomará las medidas adecuadas para restablecer la entrega de gas natural bajo las condiciones acordadas”. Y ha agregado que “se reserva el derecho de reclamar sus derechos contractuales”.

El martes, el Gobierno polaco había divulgado una lista con los nombres de 50 compañías y particulares rusos con intereses comerciales en el país a quienes se impondrán nuevas sanciones. Entre las empresas afectadas figura la filial polaca de Gazprom. Estas medidas incluirán la congelación de fondos y activos, así como la confiscación de sus derechos sobre acciones y dividendos obtenidos en Polonia.

Nuevas amenazas

El comunicado de Gazprom de este miércoles no se limita a confirmar el cumplimiento de la amenaza de detener el envío de gas a Polonia y Bulgaria. El gasoducto Yamal-Europa, que atraviesa Bielorrusia y territorio polaco, no solo surte a esos países, sino que también sirve para encaminar parte del hidrocarburo ruso en dirección a otros Estados europeos como Alemania. Por ello, en la nota, Gazprom ha advertido a Polonia y Bulgaria de que no deben extraer “ilegalmente” el gas que continuará transitando por los gasoductos que discurren por su territorio, so pena de ver cómo se interrumpe ese tránsito, lo que disminuiría el volumen de gas que reciben los otros clientes europeos de Moscú. La Agencia Federal de Redes alemana aseguró el martes en su informe diario que “el suministro de gas en Alemania es estable”. Tanto Berlín como el resto de Estados de la UE, con la única excepción de Hungría, se han negado a pagar el gas ruso en rublos, al igual que Polonia y Bulgaria.

Vyacheslav Volodin, presidente de la Duma, la Cámara baja del Parlamento ruso, ha ido aún más lejos este miércoles en su canal de Telegram, al abogar por extender el corte del suministro del gas ruso a otros países “hostiles”.

Polonia es uno de los socios europeos que más aboga por poner fin a la dependencia de Rusia, país del que hasta ahora adquiría algo menos de la mitad del gas importado y que esperaba reducir a cero a partir de octubre. Bulgaria también recibe de Rusia la mayoría del gas que consume, aunque la dependencia en este caso es mayor: hasta un 90% procede de Rusia. Como en el caso polaco, el contrato de Bulgargaz con Gazprom concluía este año y Sofía ya había anunciado su intención de no renovarlo. El ministro de Energía, Alexander Nikolov, anunció que el país está tomando medidas para garantizar el suministro y que por el momento no hará falta restringir el consumo de gas.

Otros países europeos, como Alemania y Austria, advierten de que no están preparados para poner fin a esta dependencia. La Comisión Europea ha instado a recortar en dos tercios la importación de gas y petróleo rusos este año.

El Yamal-Europa, que transcurre por Bielorrusia, país aliado del Kremlin, y por Polonia, es el más pequeño de la red de gasoductos rusos en dirección a los países de la UE. Su capacidad anual de transporte de gas se limita a 33.000 millones de metros cúbicos, notablemente inferior a los 55.000 millones de metros cúbicos que se bombean anualmente a través del gasoducto Nord Stream 1, que conecta directamente Rusia y Alemania. Casi de forma paradójica, la joya de la corona de la red de transporte de gas ruso hacia Europa occidental transita por Ucrania, con una capacidad total de 140.000 millones de metros cúbicos.

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