La Gala MET es la oportunidad perfecta para que las ‘celebrities’ de medio mundo saquen a pasear sus ‘looks’ más extravagantes. Y, este año, Kim Kardashian se ha vuelto a superar. No por lo original del vestido elegido, que los ha llevado mucho más, sino por su historia.
Y es que era el mismo que lució Marilyn Monroe aquel 19 de mayo de 1962 en su mítica actuación de Madison Square Garden, donde cantó el ‘Cumpleaños Feliz’ al presidente de Estados Unidos John F. Kennedy.
Se trata de un diseño con corte tipo sirena y tirantes en color ‘nude’ con pedrería plateada por encima. Y para enfundárselo, la empresaria ha tenido que perder nada más y nada menos que 7 kilos: “me ponía un traje de sauna dos veces al día, corría en la cinta de correr, eliminaba por completo el azúcar y los carbohidratos, y solo comía las verduras y las proteínas más limpias”, ha reconocido en una entrevista con ‘Vogue’.
Una auténtica obra de arte
Este diseño fue obra de Jean Louis basándose en un boceto de Bob Mackie. Originalmente costó 1.440 dólares y, en 2016, fue adquirido en una subasta por el museo Ripley’s Believe It or Not de Florida por ¡4,8 millones de dólares! Allí se conserva y hasta allí viajó Kim la semana pasada junto a su novio, Pete Davidson, para hacer las últimas pruebas.