La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) dio a conocer, el día de ayer 3 de mayo, el informe de la Encuesta de teledetección de la Evaluación de los recursos forestales mundiales, en el que destaca que desde inicios del siglo XXI hasta el periodo comprendido entre los años 2010 y 2018, el ritmo de deforestación de los bosques disminuyó un 30%.
Sin embargo, también alertó de la amenaza continua que pende sobre los bosques tropicales, ya sea por el pastoreo de ganado en Sudamérica o por la expansión de las tierras de cultivo, como las plantaciones de aceite de palma en Asia.
Además, la Organización destaca que la deforestación se redujo de los 11 millones de hectáreas al año, entre 2000 y 2010, a los 7.8 millones anuales en el periodo 2010-2018, según el Estudio de Evaluación de los Recursos Forestales Mundiales por Sensores Remotos.
La región que sufrió la mayor pérdida de masa forestal, entre el año 2000 y 2018, fue Sudamérica con 68 millones de hectáreas deforestadas, seguida por África con 49 millones.
La superficie forestal a nivel mundial mostró un ligero aumento, pasando de 4.2 millones de hectáreas por año, en la primera década del siglo XXI, a 4.7 millones de hectáreas por año en el periodo 2010-2018.
Aunque la pérdida de bosque tropicales representó más del 90% de la deforestación mundial, entre los años 2000 y 2018, con 157 millones de hectáreas (un tamaño equivalente a la extensión de Europa occidental), su deforestación se redujo de 10.1 millones de hectáreas al año, en el periodo 2000-2010, a 7 millones de hectáreas al año en el periodo 2010-2018.
María Helena Semeda, directora general de la FAO, declara que “el crecimiento de la agricultura no sostenible y otros usos de la tierra siguen provocando una enorme presión sobre nuestros bosques, especialmente en muchos de los países más pobres. No obstante, existen soluciones beneficiosas para todos con las que podemos y debemos aumentar la capacidad de alimentar al mundo sin destruir nuestros bosques”.
Además, el informe señala que el principal motivo de la deforestación, con cerca del 50% de la pérdida de masa forestal mundial, es la expansión de las tierras dedicadas al cultivo, como las delicadas a la producción del aceite de palma que representaron 7% de la pérdida de bosques, mientras que 38.5% se debió al pastoreo.
Por último, las áreas tropicales de Centroamérica son las más amenazadas por la reconversión de tierras. Así, entre 2000 y 2018 se perdió 30.3% de los bosques de la ecorregión tropical húmeda y 25.2% de sus bosques tropicales.
“La protección, el manejo y uso sostenible de los bosques es una parte esencial de la ecuación para un mundo sano, próspero y pacífico”, señala Semedo.
El estudio de la Organización analizó 400 mil muestras realizadas por más de 800 expertos locales, de 126 países, y se lanzó durante el XV Congreso Forestal Mundial de Seúl, organizado por el Gobierno de la República de Corea, del 2 al 6 de mayo.
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