Déjate querer, el nuevo programa de la parrilla de Telecinco, está arrasando en la noche del viernes. El espacio televisivo conducido por Toñi Moreno recoge las experiencias personales más emotivas de varios protagonistas, dejando ver cómo afloran los sentimientos de aquellos que se sientan en el sillón del plató. Y esta vez, Antonio Resines ha sido uno de los invitados, quien ha relatado públicamente su traumática experiencia tras haber estado en coma debido al coronavirus.
Esta ha sido una de las entrevistas más íntimas, importantes y dolorosas para el actor, que no ha podido evitar que las lágrimas recorrieran su rostro. Tras 48 días ingresado debatiéndose entre la vida y la muerte, el intérprete de Los Serrano ha sacado fuerzas de flaqueza para contar a un público expectante su experiencia durante los largos meses que permaneció ingresado en el hospital y cómo ha sido su recuperación. “Había objetos que no sabía cómo se llamaban, sabía lo que eran pero era incapaz de decirlo. Un horror, la UCI ha sido un verdadero horror”, ha relatado. El actor ha aprovechado la oportunidad de dar las gracias a los sanitarios del Marañón por haberle ayudado en el proceso, pues según ha relatado, una de las cosas que le hicieron seguir adelante fueron las palabras de un médico: “Me dijo: ‘cómo nos vas a faltar tú, no sabes lo bien que me han sentado tus consejos en Los Serrano para educar a mis hijos’. Y ahí empecé a recuperarme y dos días después me desperté del todo”.
Antonio Resines ha relatado que durante este proceso que él ha calificado como un horror, todo el mundo ha estado muy pendiente y muy volcado con él: “De lo que sí me he dado cuenta es que la gente me tiene cariño. Me he quedado impresionado”. Sin embargo, las dos personas que más se han preocupado por su salud y por que saliera adelante han sido su mujer y su hijo. “La primera vez que me vieron yo estaba entubado boca abajo en la UCI”, ha explicado. Un momento muy difícil para la familia que, a pesar de no querer dar declaraciones a la prensa, con sus rostros comunicaban mucho: “Mi mujer las ha pasado canutas. Es muy complicado. Yo sé lo que es ir ahí todos los días por alguien que quieres. Vuelves a tu casa y te dan el parte por la noche, pero si no te llaman estás acojonado. Si te llaman tarde, esperas que te digan que se ha muerto. Tienes que tener la cabeza en su sitio para vivir eso”. También ha recordado uno de los momentos más difíciles de su estancia en el hospital: “Hubo un momento que evolucioné muy bien y me desentubaron. Pensaban que salía adelante, pero al poco tiempo me volvieron a fallar los pulmones. Y ahí estuve crítico”.
Pero lo más sorprende, y aunque Antonio ahora se lo toma con humor, fueron las alucinaciones que tuvo durante la enfermedad. “Yo estaba intentando que una rama de la familia Windsor heredasen. Me habían secuestrado, me habían puesto un chip y yo tenía que negociar. Y entre otros con los que yo negociaba era con el alcalde de Madrid”, ha relatado una de sus experiencias paranormales. Sin embargo, la que más terror le causó fue encontrarse con tres de los dictadores más conocidos del mundo: “He estado con Hitler, con Franco y con Mussolini. A esos les llamaba Adolfo, Paco y Benito. Con el que no me atrevía era con Churchill, ese sí que impresionaba”. A pesar de todo, Resines ha dado las gracias a la sanidad pública por todo su esfuerzo y dedicación, pues gracias a ellos ha logrado estar en un plató de televisión contando estas anécdotas y riéndose de ello.
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