La elección de Luís Montenegro como nuevo líder de los conservadores portugueses cierra la etapa moderada de Rui Rio

La elección de Luís Montenegro como nuevo líder de los conservadores portugueses cierra la etapa moderada de Rui Rio

Las primarias celebradas este sábado en el Partido Social Demócrata (PSD, centroderecha) de Portugal no traicionaron las previsiones que circulaban en la formación. Luís Montenegro, que ganó en todos los distritos, se impuso con holgura a su adversario, Jorge Moreira da Silva, con el 72,46% frente al 27,53%.

El nuevo presidente del principal partido de la oposición logró la victoria en su segunda tentativa. En la anterior, en 2020, había perdido frente a Rui Rio, el líder al que ahora sustituirá tras unas primarias con una gran abstención y poco impacto mediático. “Con este resultado hemos enviado una señal al país, que se había acostumbrado a que en nuestras primarias se eligiese un líder, pero que el partido continuase dividido. Ahora se ha elegido un líder y el partido también está unido”, afirmó Montenegro en el primer discurso tras su triunfo.

Ocurriese lo que ocurriese en las primarias, se ha impuesto cierta nostalgia por el passismo, la etapa de fuerte liderazgo interno de Pedro Passos Coelho, que gobernó Portugal entre 2011 y 2015, unos años marcados por los recortes impuestos por las instituciones internacionales que intervinieron el país (Comisión Europea, Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional). Tanto Montenegro como Moreira da Silva se reivindicaron como herederos de aquella gestión, que el centroderecha recuerda con añoranza después de siete años en la oposición. El primero porque fue líder parlamentario del PSD y el segundo por formar parte del Gobierno de Passos Coelho como ministro de Medio Ambiente.

Pese a estos orígenes comunes, ambos políticos han mostrado una posición distinta respecto al diálogo con la extrema derecha del Chega. Mientras Moreira da Silva trazó una línea roja que excluía a la organización de André Ventura de cualquier acuerdo, Montenegro no está dispuesto a prescindir del Chega si fuese necesario para formar gobierno. Hasta ahora, el único territorio portugués donde el PSD pactó con la ultraderecha es en el Parlamento regional de Azores, donde el apoyo del Chega permitió la elección de un presidente autonómico conservador (José Manuel Bolieiro), que gobierna con una gran inestabilidad política y presiones constantes de la extrema derecha.

Con la llegada de Montenegro se cierra el ciclo de Rui Rio, el exalcalde de Oporto que no logró convertirse en una alternativa al socialista António Costa, primer ministro desde 2015. Rio practicó una oposición moderada y de mano tendida al Gobierno durante la gestión de la pandemia, que fue contestada internamente y que tampoco cuajó en la calle. De gran solidez intelectual, los críticos le reprochaban cierta soberbia y autoritarismo. Lideró el partido a pesar del partido, como se vio en las primarias de 2021, cuando ganó gracias a la militancia y contra el deseo del aparato y los barones locales. En las últimas elecciones legislativas de enero, el hecho de que los socialistas alcanzaran la mayoría absoluta en lugar de sufrir la erosión del poder mostró que había llegado al final de su etapa. Este sábado, tras depositar su voto en las primarias, Rio dejó claro que se despide: “Mi futuro político acaba aquí. Punto final de párrafo”.

Con su victoria del sábado, Montenegro se convierte en presidente del PSD con el objetivo de concurrir a las elecciones legislativas de 2026, aunque esto también dependerá del resultado que obtenga la formación en 2024, cuando se celebrarán elecciones europeas. “Tengo dos años para demostrar de que soy capaz”, reconoció Montenegro durante su campaña.

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