De entre los diversos filósofos que aparecieron antes de Cristo, tenemos el ejemplo de Sófocles, nacido en Grecia y autor de Edipo Rey y Antígona.
Sus sabidurías han perdurado al paso de los años. Veamos algunas de las frases del filósofo Sófocles.
Un hombre que se complace en hablar continuamente se engaña pensando que no es desagradable para quienes lo rodean.
El que prescinde de un amigo es como el que prescinde de su vida.
Los niños son los anclajes de la vida de una madre.
¿Qué mayor herida hay que un falso amigo?
Creo firmemente que no hay razón mala si trae provecho.
Las opiniones tienen mayor poder que la fuerza de las manos.
Quien no haya sufrido lo que yo, que no me de consejos.
Un hombre temeroso siempre está escuchando cosas.
Acostada en medio de la desdicha, el alma ve mucho.
Me preguntas si debes o no casarte; pues, de cualquier cosa que hagas te arrepentirás.
Preferiría incluso fallar con honor a ganar haciendo trampa.
Para los hombres, nada dura: ni la noche estrellada, ni las desgracias, ni la riqueza; todo esto de pronto un día ha huido.
Común es cometer errores. Pero cuando se ha errado, no es falta voluntad, ni brío, tratar de corregir el error y no obstinarse en él. La obstinación es el otro nombre de la estupidez.
Cuando se trata de un mortal, es preciso esperar su último día antes de llamarle feliz.
Para quien sepa devolver una bondad que ha recibido, debe ser un amigo por encima de todo precio.
Constante y perpetua riqueza es la virtud.
Muchas cosas hay portentosas, pero ninguna como el hombre. Tiene recursos para todo; sólo la muerte no ha conseguido evitar.
El que es bueno en la familia es también un buen ciudadano.
No haber nacido nunca puede ser el mayor de los favores.
Acostada en medio de la desdicha, el alma ve mucho.
El dinero es la peor moneda que ha crecido entre la humanidad. Saquea ciudades, saca a los hombres de sus hogares, enseña y corrompe a las mentes más valiosas.
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