Actualmente los semáforos son un elemento cotidiano de nuestro día a día. Pero no existían hasta principios del Siglo XX. A continuación te contamos todo lo que quieres saber sobre el primer semáforo de la historia.
Primer semáforo de la historia: principios del Siglo XX
Fue en el año 1868 cuando se instaló un semáforo de luces de tránsito en el exterior del Palacio de Westminster, obra del reputado ingeniero J.P. Knight, quien tenía experiencia en señales de ferrocarril. Entró en funcionamiento el 10 de diciembre e imitaba a las señales de ferrocarril. Únicamente utilizaba las luces de gas verdes y rojas por la noche.
Por el día funcionaba mediante zumbidos. Un solo zumbido significa que era el tráfico de la calle. Mientras, dos zumbidos indicaban que los vehículos que podían continuar su camino eran los de la avenida. No duró mucho tiempo ya que tuvo lugar un accidente que provocó su explosión. Murió un policía.
El primer semáforo moderno
Ante la popularidad de los vehículos, el 4 de agosto del año 1914 se instaló el primer semáforo moderno de la historia. Inventado por Garrett Augustus Morgan, fue instalado en Estados Unidos para controlar el tráfico entre la calle 105 y la avenida Euclid. Estaba compuesto por luces verdes y rojas, que estaban colocadas sobre unos soportes. También tenía un sistema emisor de zumbidos.
Pocos años más tarde el emisor de zumbidos fue sustituido por una tercera luz de color naranja. Los primeros semáforos de tres luces, como los que conocemos actualmente, se instalaron en las calles de Detroit y de Nueva York en 1920.
Los primeros semáforos eléctricos aparecieron en el año 1953. Solo ocho años más tarde se colocó en Berlín el primero que, además de regular el tráfico, también gestionaba la circulación de las personas.
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