Los looks de Kim Kardashian en el Met Gala suelen ser de los más preparados y llamativos de la alfombra roja. Aunque, en esta última edición, la celebrity fue la gran protagonista no por la espectacularidad del vestido, sino por la historia que tenía detrás. Y es que la exmujer de Kanye West utilizó un diseño que lució Marilyn Monroe en la fiesta por el 45º cumpleaños de John F. Kennedy.
Días después de la celebración de uno de los eventos más famosos, se supo que Kim tuvo que someterse a una dieta de tres semanas para bajar siete quilos para poder entrar en la ajustada talla que vistió la cantante años atrás, según reveló ella misma para Vogue.
Pero ahora, unas semanas después, se ha podido saber que no fue suficiente. El antiguo propietario de esta pieza de colección destacó que “tan comprometidos que estaban con mantener ‘la integridad del vestido y su preservación’… ¿Valió la pena?”. Además, adjuntó una fotografía donde se podía comprobar que, en efecto, la pieza de diseño sufrió algunos daños.
El vestido, valorado en casi 5 millones de dólares
Esta pieza puede presumir de ser la más cara vendida en subasta, valorada en casi 5 millones de dólares, está custodiada a una temperatura óptima de 20 grados y un 40-50% de humedad en el museo Ripley’s Believe It Or Not, los cuales accedieron a prestarle la pieza original a Kardashian después de adelgazar y tras acordar que tan sólo se lo pondría durante unos minutos.