Rocío Crusset está atravesando uno de los mejores momentos de su vida en todos los aspectos. La sevillana puede presumir de haber encontrado el amor hace 4 años, además de estar viviendo una situación plena a nivel profesional, siendo esta misma mañana cuando ha presentado su nueva marca de joyas, Crusset, la cual ya pisa fuerte en el mercado y promete ser todo un éxito en ventas.
Aunque la hija de Carlos Herrera está plenamente volcada con el mundo de la moda, no ha querido restar importancia a los complementos, ya que para ella son uno de los pilares fundamentales a la hora de poner a punto un look: “Quería empezar poco a poco (…) Para mí las joyas son el complemento que más favorece. Me apetecía mucho, tenía la idea en mi cabeza y necesitaba plasmarla, y durante el covid lo acabé consiguiendo. Tengo un máster en diseño de moda y he aprendido mucho”, comenzaba explicando. Y es que, mientras estudiaba consiguió sacar a la luz su colección, lo que demuestra que es una persona muy disciplinada pese a que su madre ha sido especialmente crítica con su trabajo y con la idea de llevar a cabo muchas tareas en plena etapa estudiantil. De hecho, tal ha sido la gran acogida de su marca, que cuenta con el apoyo de Elsa Pataky y Laura Matamoros como embajadoras: “Es un gustazo y un lujazo que las mujeres se pongan mis joyas. Una vez vi a una chica en Nueva York con mi collar y me hizo mucha ilusión”.
Con respecto al lado más personal de su vida, Rocío se siente totalmente feliz y con ganas de ver qué le depara el futuro: “Sigo en Nueva York, tengo allí mucho trabajo y responsabilidades, así que estaré al 50%”, señalaba, para después hacer hincapié en lo mucho que le gusta España: “Yo también lo echo de menos. Creo que nunca voy a vivir en una ciudad al 100% por la personalidad que tengo y como he vivido, siempre he dado muchos tumbos, entonces quedarme al 100% en Madrid o en España no sería lo ideal para mí, pero tener una base aquí sí que cuento con ello”, zanjaba, dejando entrever que, aunque no esté en sus planes la idea de asentarse definitivamente en un lugar, sí que la capital es uno de sus enclaves preferidos.
En el ámbito familiar, Rocío parece estar muy contenta, aunque aún sin pensar en convertirse en madre pese a los intentos de su padre por convencerla de ello: “Tiene muchísimas ganas, yo le he dicho que le queda aún. Si llega pues llegó, pero no lo estoy buscando”, indicaba, para después poner toda la atención en su relación amorosa: “Personalmente estoy de maravilla, el amor me lleva sonriendo 4 años. Estamos muy bien”, finalizaba, aclarando así que su romance con el empresario Maggio Cipriani va viento en popa, aunque prefieren ir poco a poco antes de dar un paso tan grande como el que supone traer un bebé al mundo.
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