Al hablar de medidas en la actualidad, es fundamental hacer referencia al Sistema International de Unidades, conocido también por sus siglas SI. Es considerado en la actualidad como la forma de medición más utilizada a nivel global. Se usa tanto en la ciencia como en la vida cotidiana. Se compone por un total de siete unidades, principales especificando veinte prefijos para los símbolos. Fue adoptado en 1960 y establece al kilogramo como la unidad de masa. Partiendo de aquí, el nanogramo equivale a una billonésima parte del kilogramo.
El Nanogramo y sus características
No todo el mundo ha escuchado hablar del nanogramo y lo cierto es que la causa está más que justificada. Esta unidad de medición se utiliza para expresar una cantidad de masa realmente diminuta. Esto lleva a que su utilización fuera del ámbito de la ciencia sea muy poco o prácticamente nulo.
Además, es esencial destacar que el nanogramo conforma el campo de las unidades de masa y no de peso. Hay que recordar que el peso es la fuerza que actúa constantemente sobre todos los objetos cercanos a nuestro planeta. Si se multiplicara la pasa por la magnitud de aceleración, se lograría entonces obtener la magnitud de la fuerza de gravedad.
De esta forma, la masa se diferencia del peso porque este este último es la fuerza de la gravedad ejercida sobre un objeto. Mientras que la Masa constituye a la resistencia del objeto a los cambios de velocidad o la “inercia”.
Historia del Sistema Internacional de Unidades
En el pasado, las ideas y la intención de avanzar hacia un sistema de unidades basado en invariantes de la naturaleza habían existido, pero solo recientemente se han convertido en una posibilidad práctica. La adopción por parte de la 24ª Conferencia General de Pesos y Medidas de una resolución que describe los principios de dicho sistema, es la culminación de más de doscientos años de avances en física y metrología.
Sistema Internacional de Unidades
La creación del sistema métrico después de la destrucción completa del sistema de unidades francés imperial tradicional, marca el comienzo de una serie de eventos que finalmente conducen al Sistema Internacional de Unidades actualmente aceptado.
El modelo SI tiene cuatro componentes principales: el primero son siete constantes definitorias y el segundo siete unidades base (segundo, metro, kilogramo, ampere, kelvin, mol y candela).
El tercer componente es su gran número de unidades derivadas y, por último, los veinte prefijos acordados. Estos componentes actualmente se pueden adjuntar a cualquiera de las unidades fundamentales o unidades derivadas con nombres especiales que crean múltiplos y división, según sea necesario.
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