una de las preguntas de la vida

En la vida estamos continuamente atentos al tiempo y a su medida: días, horas, minutos… Si hay algo que es innegable es que el tiempo avanza de forma inexorable, y no hay absolutamente nada que podemos hacer para que avance más deprisa o más despacio. ¡Tampoco podemos almacenarlo para guardar un poco para el futuro!

Pero, ¿qué  es exactamente? Esta palabra se deriva del vocablo latín «templus», y se emplea para nombrar a la magnitud de carácter físico utilizada para medir algo que es modificable. Cuando una determinada cosa pasa de un estado a otro, y este cambio es observado, el periodo se puede tanto cuantificar como medir como tiempo.

El movimiento del universo

Los científicos explican que el tiempo es sencillamente el movimiento del mismo. No hay ninguna duda de que todo en el universo está en constante movimiento, de manera que todo es susceptible al paso del tiempo.

Vamos a considerar un determinado objeto en un momento concreto, al que vamos a denominar como momento t. Si observamos atentamente el movimiento de dicho objeto y definimos una unidad de tiempo, como por ejemplo un minuto, estamos ante el momento t+1. Y, así, sucesivamente: t+2, t+3… t+n. En cada uno de estos periodos de tiempo el objeto sufre algún tipo de transformación. En función de cuán radical haya sido la transformación, consideraremos que se trata de un objeto distinto, aunque a simple vista parezca igual.

De lo que no hay ninguna duda es que el tiempo es uno de los grandes misterios de la historia del universo, sobre el que hay cientos de paradojas. Numerosas disciplinas han tratado de saber más sobre él. Incluso algunos campos han buscado las formas de modificarlo.


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