Guardacostas italianos y dos ONG de salvamento han rescatado este fin de semana en el Mediterráneo Central a más de un millar de migrantes que trataban de llegar a las costas de Italia en embarcaciones precarias. Varias patrulleras de la Guardia Costera y de la Guardia de Finanzas, apoyadas por un buque mercante, auxiliaron este sábado a 674 personas, algunas cuando ya estaban en el agua, que abarrotaban un barco pesquero que había quedado a la deriva a 124 millas (unos 200 kilómetros) de Calabria. Entre el sábado y este domingo, dos barcos de salvamento de ONG, el Sea Watch 3 y el Ocean Viking, salvaron también a más de 500 náufragos en aguas territoriales italianas e internacionales y esperan que se les indique un puerto seguro para su desembarco, explicaron fuentes de estas organizaciones a la agencia France Presse.
Para al menos cinco de los migrantes que viajaban en el pesquero, el rescate llegó demasiado tarde. El comunicado de la Guardia Costera italiana que informó este domingo del hallazgo del barco confirmó que a bordo del navío había cinco cadáveres. Las circunstancias de las muertes no han trascendido; los cuerpos fueron trasladados a la morgue de la ciudad siciliana de Messina. Los 674 supervivientes desembarcaron en ese y otros puertos de Sicilia y de Calabria.
Las buenas condiciones meteorológicas y el mar en calma explican en parte estos rescates masivos en una estación estival en la que suele dispararse el número de desembarcos de migrantes y de salvamentos en el Mediterráneo Central, la ruta migratoria que tanto Naciones Unidas como las organizaciones que trabajan con los migrantes definen como la más peligrosa del mundo. El pesquero cuyos 674 pasajeros fueron rescatados este sábado por la noche fue avistado por un avión de una patrulla marítima de la Marina italiana y por un avión de Frontex, la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas. Previamente, la Guardia Costera había rescatado a otros migrantes en otras embarcaciones precarias. En uno de esos rescates, una mujer tuvo que ser evacuada por un helicóptero debido a su mal estado de salud.
Algunos de los 674 migrantes rescatados de un pesquero a la deriva, este domingo, en el puerto de la ciudad sicialiana de Messina. CARMELO IMBESI (EFE)
Este domingo por la mañana, el buque de bandera noruega Ocean Viking, de la ONG SOS Mediterránee, avistó también un bote de goma abarrotado en aguas internacionales frente a la costa de Libia y rescató a 87 personas, entre ellas 57 menores solos. “Ninguno llevaba chaleco salvavidas”, informó la organización en un tuit. La víspera, el barco de búsqueda y rescate de la ONG alemana Sea Watch embarcó a 428 personas, entre ellas varios niños pequeños y dos mujeres que viajaban en cuatro barcazas abarrotadas, tras ser alertados por Alarm Phone, una ONG que recibe llamadas de migrantes en dificultades en el Mediterráneo Central.
“El Sea Watch 3 tiene ahora a 428 personas a bordo, rescatadas de 4 botes atestados en 12 horas el sábado”, según dijo la ONG alemana en un tuit, al tiempo que criticó la postura de la UE ante estas llegadas y pidió derribar “los muros”. Por el momento, informó en otro mensaje posterior en Twitter, solo han desembarcado, y por razones médicas, una mujer en avanzado estado de gestación, su marido, y un niño con graves quemaduras y sus padres.
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🔴 Medical evacuation from the #SeaWatch3! The Italian Coast Guard has brought ashore a heavily pregnant woman accompanied by her husband & a child with severe burns with its parents.
The remaining 439 people are still waiting for a port of safety. pic.twitter.com/DVt68Adqes
— Sea-Watch International (@seawatch_intl) July 24, 2022
Los más de 1.000 migrantes rescatados el fin de semana no han sido los únicos que han atravesado el Canal de Sicilia en el Mediterráneo Central. Otros 750 migrantes, en su mayoría paquistaníes, afganos, sudaneses, etíopes, somalíes, nigerianos, senegaleses y eritreos, todos procedentes de territorio libio, llegaron a Lampedusa por sus propios medios entre este sábado y este domingo y se encuentran ya en el centro de acogida de esa isla, que antes albergaba a unas 1.300 personas, cuando su capacidad es de solo 350. Hace solo una semana, el hacinamiento y el estado de abandono del centro, con cerca de 2.000 personas alojadas y montañas de basura acumulada, llevaron a la Marina italiana a enviar un barco para trasladar a otras ciudades a cerca de 600 migrantes.
Más de 34.000 solicitantes de asilo y migrantes han llegado a Italia desde principios de este año, frente a los 25.500 del mismo período del año pasado, según el Ministerio del Interior italiano. Los países mediterráneos situados en las principales rutas migratorias hacia Europa esperan más de 150.000 llegadas este año, ya que la escasez de alimentos causada por la guerra en Ucrania ha avivado la hambruna que ya amenazaba a muchos países, por lo que se espera una nueva oleada migratoria desde África y Oriente Próximo.
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