Estas hortalizas contienen vitaminas esenciales para la vista, pero el mito de las zanahorias y su gran poder para mejorar la visión, especialmente la nocturna, tiene su origen en una estratagema militar británica.
La historia, si bien es errónea, ha exagerado las virtudes de un alimento saludable.
Todo comenzó durante la Segunda Guerra Mundial, cuando los ingleses construyeron secretamente un sofisticado sistema de radar aéreo nocturno.
Origen del mito de las zanahorias que perdura hasta nuestros días
La leyenda de los súper poderes de la zanahoria se remonta a la Segunda Guerra Mundial y fue creada para evitar que los alemanes supieran que los británicos habían desarrollado un sofisticado sistema de radar aéreo para interceptar bombarderos durante los ataques nocturnos.
Para ello, se distribuyeron informes de prensa donde aseguraban que los pilotos de la RAF (Fuerzas Aéreas Reales británicas) consumían grandes cantidades de zanahorias para tener una agudeza visual excepcional en la noche.
La noticia circuló, fue creída y así surgió el mito de las zanahorias, que no es totalmente erróneo. Las zanahorias son muy buenas para la vista, especialmente para la visión nocturna, aunque no producen efectos milagrosos como los que le atribuye la leyenda que todavía hoy muchos creen.
Las zanahorias contienen mucho beta-caroteno, que el organismo convierte en vitamina A, también llamada retinol, por los beneficios que proporciona a la vista. Es esencial para la síntesis de rodopsina, el pigmento de los ojos que permite la visión en condiciones de baja luz.
Cuando una persona tiene deficiencia de vitamina A, desarrolla ceguera nocturna, pero comer zanahorias puede prevenirlo y mejorar la visión nocturna de una persona, pero no más de lo que cualquiera que tenga la vista sana.
El mito de las zanahorias no es erróneo, sino que es exagerado. Una persona que no tenga deficiencia de vitamina A no puede tener mejor su visión nocturna porque coma zanahorias.
Por el contrario, los expertos afirman que consumir grandes cantidades de vitamina A puede ser tóxico y provocar efectos secundarios, como el cambio en el color de la piel, dolor de cabeza, pérdida de peso, cansancio y alopecia.
Pero comer esta hortaliza no es malo, sino que es saludable y tenemos que agradecer al mito de las zanahorias que su consumo sea muy popular. Aporta una importante cantidad de vitaminas (A, B, C y E), minerales y antioxidantes con un valor calórico muy bajo y proporciona grandes beneficios a la salud.
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