Las secreciones nasales cumplen una función protectora del aparato respiratorio y lo normal es que el color de los mocos sea transparente o blancuzco, pero también se tiñen de otros colores en algunas ocasiones.
Los sistemas de defensa del cuerpo, al enfrentarse a virus y bacterias, generan residuos que cambian los mocos de color. Generalmente, el moco de color verde, rojo o negro es síntoma de alguna enfermedad.
¿Qué significa el color de los mocos?
El moco se compone de agua y una mezcla de lípidos, mucopolisacáridos, glucoproteínas, mucopolisacáridos y lípidos. Incluye inmunoglobulinas, que actúan protegiendo al organismo de las bacterias, así como lisozimas, enzimas que ayudan a destruir esas bacterias.
El color de los mocos suele ser transparente, pero ello no es un síntoma de buena salud. En los resfriados y en las rinitis alérgicas, el moco también es transparente y tiene la particularidad de aparecer en grandes cantidades y de ser líquido (gotea por la nariz o detrás de ella, hacia la garganta).
Los demás colores de los mocos pueden indicar otro tipo de enfermedad.
Moco de color amarillento o verdoso. Es indicativo de infección. Las defensas del organismo se encuentran combatiendo al agente patógeno. Es común que comience transparente y se vaya tornando amarillento o verdoso en el correr de los días.
El moco de color verde se suele asociar con el uso de antibióticos, sin embargo esta infección puede ser producida por virus (sinusitis, catarro, amigdalitis) y no requerir de ellos.
Moco de color rojo. Si el color de los mocos es rojo, esto puede indicar hemorragia nasal, pero también suele aparecer en catarros por inflamación de la mucosa nasal.
Los mocos con sangre pueden ser síntoma de infecciones respiratorias. Es común que una bronquitis afecte también la laringe y la nariz, pudiendo causar mocos de color rojo, con sangre.
Moco de color negro. Aunque no es muy frecuente, algunas personas pueden tener mocos de color negro. Suele suceder al inhalar el humo de un fuego o un incendio después de respirar en ambientes contaminados o en personas que trabajan en minas de carbón.
Según los especialistas, no solamente hay que estar atento a los colores de los mocos, sino también a su consistencia. Si el moco es claro y fluido no hay riesgo, pero si aparecen mocos verdosos y expectoraciones amarillas, verdosas o con mal olor, eso es un indicativo de infección.
Si el cambio en el color de los mocos se acompaña de malestar, fiebre o sangre debes consultar al médico de inmediato.
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