Cómodos, calentitos y llenos de comida: nuestros hogares, por mucho que nos esforcemos por mantenerlos limpios y ordenados, siempre han sido un entorno ideal para muchos insectos. ¿Quién de nosotros nunca ha tenido que luchar con hormigas en la cocina, por ejemplo? Y luego están las moscas y los mosquitos , que, sobre todo en verano, consiguen entrar en casa, a pesar de la aplicación de mosquiteras en balcones y ventanas. Entre los animales más molestos con los que a menudo nos encontramos, y al margen de las cucarachas, está el pececillo de plata del que muchos desconocen de su existencia, pero al que es mejor evitar en la medida de lo posible.
Pececillo de plata: Qué es
El pececillo de plata es un insecto cuyo nombre científico es Lepisma saccharina, cuya principal característica o capacidad es la del camuflaje ya que se escabullen como si fueran peces en el agua y de ahí el nombre por el que se les conoce.
Se presentan como insectos grises viscosos con largas antenas con una longitud entre los 10 y los 15 mm. Cuando aparecen en las casas es bastante imposible atraparlos ya que son muy rápidos y salen corriendo volviendo a escabullirse por la rendija o agujero por el que hayan salido o incluso por el fregadero.
Aunque inofensivos para los humanos, estos insectos son particularmente molestos: ¿quién querría tener invitados no deseados en la casa? Pero, ¿por qué los pececillos de plata vienen a visitarnos? La razón es muy sencilla: les atrae la comida, que no falta en nuestros hogares. A las lepisma saccharina les gusta especialmente el azúcar y el almidón , por lo que es muy fácil encontrarlas en la cocina. Pero también se dan un festín con papel, madera y algunas fibras sintéticas.
Cómo eliminar el pececillo de plata de las casas
Para deshacerse de él, existen pequeñas precauciones a tener en cuenta. Sobre todo, mantén los alimentos en recipientes de vidrio o plástico adecuados, bien cerrados y, a menudo, limpia los cajones y los muebles de madera .
Airea el hogar a menudo, abriendo balcones y ventanas, deshumidifica la casa y pasa el aspirador a menudo , llegando a todos los rincones. Por mucho que se sientan atraídos por los azúcares y los almidones, los pececillos de plata odian el olor de las especias y los aceites esenciales . La lavanda, las hojas de laurel, pero también la menta y la hierba de limón ayudan a mantenerlos alejados.
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