La financiera Crédito Real informó el martes que había logrado negociar exitosamente la liquidación de pasivos con varios de sus acreedores del sector financiero.
En marzo de 2022, la empresa anunció que se encuentra reestructurando su cartera y está valorando la posibilidad acogerse al Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de Estados Unidos, lo que le permitiría establecer un período de negociación de los términos de la liquidación de una empresa, incluyendo la reorganización de sus activos y pago de deudas.
A principios de junio la empresa prestamista contempló la declaración de bancarrota en Estados Unidos después de entrar en incumplimiento de pagos durante el primer semestre.
Ese mismo mes anunciaron que no recurrirían a este recurso, y dieron por concluida su relación contractual con DLA Piper LLP, de Estados Unidos, quien fungía como asesor legal, y con FTI Consulting, quien era su asesor en la posible reestructuración.
“Esta decisión no modifica el objetivo de la Compañía de continuar evaluando alternativas para lograr un proceso ordenado de reestructura. Continuaremos comunicando cualquier actualización disponible de manera oportuna y transparente”, informó la empresa el 9 de junio en un comunicado a la Bolsa Mexicana de Valores.
Además de no haber podido pagar a los tenedores de un bono en francos suizos que vencía este año, Crédito Real ha estado bajo presión desde abril de 2021, cuando reveló unas revisiones a su declaración auditada de 2020 que mostró un fuerte aumento en su cartera de préstamos en mora.
En abril la Secretaría de Hacienda advirtió que la empresa había reportado pérdidas multimillonarias e incumplido sus obligaciones financieras.
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