Si eres de los que se fijan en todo y te cuestionas diversas cosas, seguro que te habrá llamado la atención unos círculos o pequeños puntos negros que vemos en las ventanas de los coches. ¿Para qué sirven? te habrás preguntado. Esta banda negra con puntos se realiza con pintura cerámica horneada y no puede eliminarse.
Su función es triple. Por un lado, es de protección. Pero, ¿a qué? a los rayos del sol. Protegen a los pasajeros y conductores de la radiación ultravioleta del sol que suele ser algo incómoda y además hace que nos podamos quemar. Ello se crea para mantener a salvo el adhesivo aislante de uretano que tiene la luna del coche.
Por otro lado, esta banda, llamada frit, da una superficie más rugosa al adhesivo y además oculta el adhesivo a la vista. También hay que señalar que este aislante es el encargado de evitar que entre agua en el coche a través de las juntas del cristal, así como de hacer que el parabrisas se mantenga en su sitio. Pues, sin la frit band el sol degradaría el uretano y esto provocaría que el parabrisas saliera volando.
¿Cuándo apareció este adhesivo? Fue sobre los años 50 y 60 que los fabricantes de coches emplearon adhesivos para estas zonas de los coches. Y lo hicieron en sustitución de las típicas juntas que se usaban para sellar las ventanas de los coches.
El hecho de que haya puntos negros es para dar una transición más fluida y agradable al cristal, es decir, puede ser una función eminentemente estética. La matriz de puntos permite distribuir mejor la temperatura durante el horneado de la luna y de paso minimizar la distorsión durante este paso.
Los cristales de los coches son actualmente bastante resistentes. Han evolucionado y pueden llegar a tener casi el 30% de la resistencia estructural del coche. Aún así los cristales se pueden romper por una simple piedra o por cambios de temperatura. Si elegimos los cristales de tipo laminados la rotura se puede reparar muy fácilmente, sin necesidad de sustituir el parabrisas completo, y esto es una gran ventaja.
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