Agosto es el mes por excelencia de vacaciones y son muchos los rostros conocidos de nuestro país que están aprovechando para alejarse de su rutina, descansar y coger fuerzas para el inicio del curso. Una de las personas que ha puesto tierra de por medio y se ha desplazado a uno de sus destinos favoritos es Ana Patricia Botín.
La presidenta del Banco Santander no suele ser muy dada a compartir detalles de su vida privada, pero no es extraño que recurra a su perfil oficial en Instagram para publicar algunos retazos de sus rutinas familiares, que combina con otro tipo de posts más institucionales. Por eso, estas vacaciones Ana Patricia Botín no ha dudado en compartir con sus seguidores algunas claves de sus vacaciones estivales.
En plena ola de calor, la empresaria ha elegido Santander para descansar y huir de las altas temperaturas. Ya hace tiempo, en unas declaraciones a Jesús Calleja en su intervención en el programa Planeta Calleja, Botín aseguró que la ciudad cántabra es su casa y que siente verdadera devoción por la ‘tierruca’. Lo ha hecho en compañía de su marido, Guillermo Morenés, que reside parte del año en Londres, pero que no duda en reunirse con su familia en esta época tan especial.
La banquera ha compartido con sus seguidores una serie de fotografías en las que se la ve feliz y sonriente, paseando por la playa o disfrutando de un almuerzo con amigos en uno de los restaurantes que más le gusta. «Playa y comida en el Chiringuito del Puntal. Y hoy, tomates de la zona y lentejas caseras con chorizo picante de León, regalo de Jesús Calleja. Nada mejor que Cantabria», ha escrito Ana Botín. La hija de Emilio Botín disfruta mucho de estos días alejada del ritmo frenético de la rutina y muestra su faceta más natural y relajada.
Hace algún tiempo, que la presidenta del Banco Santander y su marido compraron una casa en un pequeño municipio en la localidad cántabra de Ribamontán al Mar, a lo que se suma la adquisición de una finca de casi 75.000 metros colindante con la suya. Un enclave al que se escapa siempre que sus obligaciones se lo permiten y donde está relajada y tranquila.
Según ella misma ha revelado en alguna ocasión, allí puede disfrutar de largos paseos, lectura y deportes como el surf, que practica siempre que puede. Una forma perfecta para desconectar de las obligaciones, la rutina y el ritmo acelerado del día a día para coger fuerzas para un nuevo comienzo. Un lugar además que siempre ha sido un nexo de unión con su padre, Emilio Botín, con el que se reunía en verano, dado que ella ha pasado gran parte del tiempo residiendo en el extranjero.