La Torre Eiffel es el monumento más famoso de todo el mundo, con siete millones de visitantes al año. Su origen se remonta a finales del XIX con motivo de la Exposición Universal de París. En un principio fue diseñada para durar sólo dos décadas, pero se salvó gracias a su función como antena de radio. A día de hoy, la Torre Eiffel alberga muchas curiosidades, y una de las más interesantes es que es más alta en verano.
Con una altura de 330 metros, es una estructura de hierro pudelado de 10.100 toneladas de peso. En un principio, pesaba 7.300 toneladas, pero la adición de antenas, ascensores y tiendas han elevado el peso. Cada siete años se deben aplicar 60 tonelada de peso para evitar la oxidación.
Altura de la Torre Eiffel
La Torre Eiffel fue inaugurada el 31 de marzo del año 1889 para la Exposición Universal de París. En aquel entonces, fue bautizada con el nombre «La Torre de 300 metros». Era la torre más alta de todo el mundo, con una altura final de 312. Mantuvo este récord hasta 1931, año en el que se construyó el Empire State con sus 381 metros de altura.
Desde entonces, ha continuado creciendo ya que se han añadido antenas para la transmisión de televisión y radio, hasta los 330 metros que tiene en la actualidad. El hierro pudelado con el que está construida es un material extremadamente sensible a los cambios térmicos.
Cuando suben las temperaturas en verano, la Torre Eiffel es un poco más alta por un fenómeno físico denominado expansión térmica. Lo que sucede es que el calor provoca un incremento de volumen en la estructura, haciendo que crezca aproximadamente seis centímetros.
Además, la expansión térmica también hace que se incline un poco hacia el lado opuesto del Sol, de tal forma que éste solo incide en uno de los cuatro lados del monumento. Por lo tanto, se crea un desequilibrio con los otros tres lados que permanecen estables, haciendo que la parte superior de la Torre Eiffel forme en un día soleado una circunferencia de 15 centímetros de diámetro.
Cabe señalar que este cambio de estado es completamente natural, y no tiene ningún tipo de impacto en la solidez de la estructura. Además, es imposible de detectar a simple vista para los visitantes.
Por último, a modo de curiosidad, es interesante saber que en un principio la Torre Eiffel fue proyectada para la ciudad de Barcelona, pero España rechazó el proyecto.
Source link