Georgina Rodríguez es, de forma indiscutible, una gran estrella. El hecho de ser la novia de uno de los mejores jugadores del mundo le abrió de par en par las puertas del mundo de la moda y de internet, convirtiendo-se en la española con más seguidores en Instagram. Su conquista del mercado ibérico fue rápido y veloz. Este le abrió por si mismo el de América Latina.
Con el fichaje de Cristiano Ronaldo por la Juventus tuvo oportunidad de conquistar mercados tan dispares como el de Italia, Grecia o Francia, países donde es considerada una celebrity con nombre propio. Sin embargo, no todo es oro lo que reluce. Con el desembarco en Manchester hace ya un año, se esperaba que la de Jaca arrasara también en el mercado anglosajón. Tal cosa no ha sucedido, al menos de momento.
Gio y su equipo tenían una estrategia bien trazada. Con la llegada de la joven y su familia al Reino Unido, la idea seria repetir el patrón utilizado en Italia, España y Francia. Entrevistas en revistas de moda, protagonismo en editoriales, una intensa agenda social que pasara por actos publicitarios y dejar-se ver en la London Fashion Week. Esto la llevaría a conquistar todo el mercado anglosajón, abriéndose también camino en Estados Unidos, lo que la convertiría en una influencer de primera división.
No obstante, lo que sucedió fue lo contrario. La moda inglesa y americana ha pasado millas de Georgina. No la cotizan. Marcas tan emblemáticas como Burberry´s, Alexander McQueen o Victoria Beckham no han contado con ella, y eso que la modelo española es la novia del jugador más importante de la liga de futbol en tierras de Isabel II. Si Gio ha logrado hacerse un hueco en los hogares británicos ha sido exclusivamente por ser la pareja de CR7, siendo carne de los tabloides más amarillistas y su documental de Netflix no tuvo en aquellos parajes el mismo impacto que en el sur de Europa e América Latina.
Las grandes casas de moda: una asignatura pendiente
Otro desafío que le queda por cumplir es la conquista de las grandes “Maisons” de la moda. Para muchas marcas de primera línea- Chanel, Versace o Valentino- por poner tres ejemplos, Georgina, quien se encuentra en estos momentos en el Festival de Venecia 2022, no es considerada como una celebridad de primer nivel, negándose a prestarle ropa para eventos o acciones publicitarias.
Sin ir más lejos, hace apenas unos días la hispano-argentina acudió al Santuario de Fátima vestida con un total look de Chanel. Según ha podido saber Look, si Gio quiere vestir de Chanel, tiene que comprar Chanel. Para la famosa casa de moda francesa, la imagen de la influencer no es la que desde la marca pretenden potenciar. Pero no todo son malas noticias. Muchas otras marcas de renombre si han querido contar con Georgina, con Gaultier e Louis Vuitton a la cabeza. Una prueba de que no todo está perdido para esta cenicienta moderna.
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