No es solo un sentimiento: el riesgo en todo el espectro geopolítico ha sido más alto de lo habitual en los últimos años. Para las empresas con operaciones de cadena de suministro en todo el mundo, estos riesgos son difíciles de evitar. Los problemas de resiliencia y evitar sanciones son lo más importante cuando se trata de planificar los próximos meses y años.
Trabajar con proveedores en o cerca de países inestables crea un riesgo significativo para las empresas, ya que la continuidad del negocio se vuelve cada vez más incierta a medida que aumenta el riesgo. Eso también es válido para la propia cadena de suministro de un proveedor (lo que llamamos “subproveedores”). Para la mayoría de las empresas, es imposible identificar a todos los subcontratistas y subproveedores con los que están conectados a través de múltiples grados de separación.
En lugar de gastar cantidades excesivas de recursos rastreando a cada subproveedor, las empresas deben identificar cuáles de sus proveedores pueden etiquetarse como “críticos” para la continuidad de su negocio. Luego, deben enfocarse en rastrear y monitorear a los propios proveedores y contratistas críticos de esos proveedores. Eso proporcionará una instantánea lo suficientemente precisa que se puede usar para sopesar con mayor precisión el riesgo geopolítico de los proveedores críticos.
Donde van las guerras y los conflictos internacionales, es probable que sigan las sanciones. Como ha demostrado la rápida evolución de la situación en Ucrania, el panorama de las sanciones internacionales puede cambiar prácticamente de la noche a la mañana, con nuevas empresas e individuos designados regularmente como entidades “bloqueadas”. Una empresa en los EE. UU. que continúa haciendo negocios con alguien en esa lista corre el riesgo de recibir multas significativas y dañar su reputación.
Así como una guerra al lado puede cerrar un negocio, también lo puede hacer un entorno económico difícil.
Es crucial verificar quiénes son los propietarios de las empresas en tales situaciones, ya que los “beneficiarios finales finales” que son sancionados pueden no ser marcados si una empresa simplemente verifica a sus proveedores sancionados por el nombre de la empresa. En mi experiencia, menos del 30 % de las empresas están investigando a los beneficiarios reales contra las listas de sanciones, a pesar de que la OFAC exige la debida diligencia.
La falta de transparencia en muchas cadenas de suministro está exacerbando estos riesgos. Una encuesta de Deloitte encontró que menos de las tres cuartas partes de los oficiales de adquisiciones informan que tienen una buena visibilidad de sus proveedores de nivel crítico, y solo el 26% dijo que podía predecir los riesgos entre esos proveedores. Solo el 15% de los encuestados informaron visibilidad de proveedores de segundo y tercer nivel.
Las empresas necesitan políticas y sistemas basados en valores para aplicarlos en toda la cadena de suministro. Una rúbrica basada en la misión puede regir políticas y reglas, especificando qué acciones tomar cuando se detectan riesgos. Se deben implementar sistemas de gestión de proveedores para evaluar a los proveedores en función de esta rúbrica y calificar su nivel de riesgo.
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