La noticia es lamentable y alarmante: según los últimos informes, el hambre en el mundo continúa en aumento. Pese a que se gastan billones de dólares en conflictos bélicos, hay 821 millones de personas en el mundo que sufren desnutrición severa y existen 150 millones de niños que sufren retraso del crecimiento a causa de la desnutrición. Estos son los datos del hambre en el mundo.
Según se refleja en estos datos, una de cada nueve personas pasa hambre, un número increíble si vemos las cifras reales. En el mundo habitan 7550 millones de personas, por ende, serían aproximadamente 830 millones de personas las que sufren hambre.
Este informe fue presentado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA).
Datos increíbles sobre el hambre en el mundo
El informe presentado en 2017 sobre la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo es alarmante. El hambre ha aumentado en los últimos 3 años, volviendo a los niveles de hace una década atrás, lo que representa un retroceso lamentable en el esfuerzo que deberían hacer los gobiernos para acabar con este problema.
Si tenemos en cuenta que el objetivo de Desarrollo Sostenible es alcanzar niveles de Hambre Cero para 2030 en el mundo, es evidente que las estrategias no están dando resultado. También se han logrado muy pocos avances en paliar las diferentes formas de malnutrición en los niños, con su problemática de escaso desarrollo y obesidad adulta.
La situación empeora en América del Sur y en África, mientras que Asia parece estar ralentizando el decrecimiento que se veía en los últimos estudios de años anteriores.
El análisis incluido en el informe indica además que la mayor problemática se centra en países o zonas expuestas a fenómenos climáticos extremos. El Cambio Climático también afecta los patrones de lluvia, causa sequías e inundaciones, y daña la producción agrícola y ganadera en todo el mundo.
Los cultivos más afectados son el arroz, el maíz y el trigo, alimentos básicos, pero además hay un sinfín de daños colaterales, como alza de precios en los alimentos, pérdida de ingresos y de fuentes de empleo, lo cual agrava el problema y produce más hambre en el mundo.
El informe califica como “vergonzoso” que una de cada tres mujeres en edad reproductiva se vea afectada por la anemia y cree que se deben desarrollar políticas para prestar especial atención a los grupos más vulnerables: lactantes, menores de cinco años, niños en edad escolar, muchachas adolescentes y mujeres.
También se hace un llamamiento para ampliar las intervenciones que aseguran el acceso a alimentos nutritivos a los niños que pasan hambre para romper el ciclo de la malnutrición.
Al mismo tiempo, los expertos indican que es urgente generar un cambio sostenible en los sistemas de producción hacia un tipo de agricultura que pueda producir alimentos de calidad y nutritivos para todos.
El informe pide que todos hagan sus mayores esfuerzos para desarrollar políticas y acciones de resiliencia climáticas. Cuando los desastres naturales son inevitables, es necesario pensar en nuevas formas de proveer alimentos suficientes para acabar con el hambre en el mundo.
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