A lo largo de la historia se han realizado numerosos estudios para determinar si los mosquitos pueden captar la voz del ser humano. No obstante, no ha sido hasta el presente año 2019 cuando se ha obtenido la conclusión final de que realmente pueden hacerlo. Los mosquitos pueden captar nuestra voz a grandes distancias, siendo éstas de como máximo 10 metros.
Una diferencia notable con respecto a investigaciones anteriores, que solían señalar que los mosquitos sólo podían percibir sonidos a 30 centímetros de distancia.
Los mosquitos no tienen oídos como tal. Estos insectos cuentan con una serie de órganos auditivos en forma de largas antenas peludas, las cuales sobresalen de la parte frontal de la cabeza. También se ha descubierto que los mosquitos muestran una especial sensibilidad al ruido que hacen las hembras cuando vuelan. Por todo ello, hasta ahora se consideraba que eran capaces de captar cualquier tipo de sonido en distancias de aproximada 30 centímetros, como máximo.
Pero esto ha cambiado, porque ahora, un equipo de investigadores ha desestimado esta teoría. Un nuevo estudio realizado por la Binghamton University ha puesto sobre la mesa que los mosquitos realmente son capaces de percibir diferentes sonidos a una distancia de hasta diez metros.
Para llegar a esta conclusión se han llevado a cabo diversas mediciones neurofisiológicas del nervio auditivo de estos insectos. Dichas mediciones han revelado además que los mosquitos son muy sensibles a aquellos sonidos que se producen en una frecuencia que oscila entre los 150 y los 500 hertzios. Considerando que la voz humana oscila entre los 150 y los 900 hertzios, los mosquitos pueden captarla. Un descubrimiento único para conocer más de estos insectos y de sus capacidades, que ha valido el aplauso de toda la comunidad científica.
Ahora lo que queda por averiguar es si el hecho de que los mosquitos capten la voz humana tiene algún tipo de influencia, positiva o negativa, en su comportamiento. Es por ello que el equipo de investigadores llevará a cabo estudios complementarios a partir de esta conclusión. Supone, por tanto, un primer paso muy relevante en el ámbito de la ciencia para determinar la influencia de la voz humana en los mosquitos.
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