Tamara Falcó no deja de ser noticia allí donde va. Desde que se conociera la infidelidad de su expareja Onieva, todos los focos han estado encima de la colaboradora de ‘El Hormiguero’. Y es que cada vez que Falcó habla, sube el pan.
La marquesa de Griñón estuvo el pasado fin de semana en un Congreso en México hablando sobre la familia. En este evento, la televisiva habló sobre la infidelidad de su expareja, donde le catalogo como “el mal” y donde comparó la diversidad sexual y la maldad.
Jorge Javier fue muy duro al escuchar estas palabras de Falcó y no dudó en tacharla de “ser una persona nociva para esta sociedad“. Tras esta nueva polémica en torno a Tamara, su compañero de ‘El Hormiguero’, Juan del Val, ha salido en su defensa.
“Menos de una semana después todo el mundo abandona el barco. Unos días han bastado para pasar de considerarla una heroína a la reaccionaria de la que hay que huir. Hace una semana que una panda de cursis se manifestaban miembros del #teamTamara #todossomosTami y demás gilipolleces para apoyar a una persona cuyo único mérito en esos días había sido sufrir una infidelidad”, empezaba escribiendo el colaborador.
“Cientos de señoras y algunos señores me vapulearon en redes por “meterme con Tamara” y no ser lo suficientemente empático con una compañera que estaba sufriendo. Me la comí, aunque nada de eso sucediera. Gajes del oficio. Ahora, cuatro días después, todo es distinto. Tamara ha ido a un foro ultracatólico sobre la familia tradicional a decir lo que piensa (o no, porque yo no he entendido bien lo que ha dicho como me sucede algunas veces) y la gente ha sobreactuado para llevarla a la hoguera como hace unos días destrozaron al novio infiel y elevaron a los altares a una mujer por el simple hecho de haber sufrido una infidelidad. Algo que le ha pasado a “casi” media humanidad y a la otra “casi” media, aunque no se haya enterado”, continuaba Juan del Val.
“Yo nunca he estado en el #teamTamara que se creó hace unos días, por eso no tengo que abandonar el barco del que ahora saltan todas las ratas. Tamara y yo estamos en las antípodas ideológicas, ni pensamos ni sentimos igual, pero le tengo cariño después de dos años siendo compañeros, y la respeto como respeto a todo el mundo, piense como piense y sienta como sienta. Hay una cierta paradoja en esta historia que a ella y a mí nos separa y nos une. Yo he formado una familia tradicional, estoy casado con la misma mujer con la que vivo desde hace veinticuatro años y con la que tengo tres hijos sanos, estudiosos y que hablan perfectamente inglés. Sin embargo, respeto profundamente a otras familias que son distintas, nada tradicionales como, por ejemplo, la suya.
La clave es el respeto, el respeto siempre, no solo cuando conviene estar donde más calienta el sol para luego huir cuando ya no te conviene. Yo soy ateo, pero sé lo que es la caridad cristiana. Otra paradoja. Siempre hay que estar con el más indefenso. Por eso, desde mi discrepancia con ella, yo hoy sí apoyo a Tamara“, finalizaba el marido de Nuria Roca.
Este texto cuenta la aprobación de compañeros de Tamara, como Roberto Leal, que añadía muchos aplausos a este escrito de Juan del Val, y un también Nuria Roca decidía comentar la publicación de su marido y mostrar con un “AMÉN” el apoyo a su compañera.