Seguro que uno de los alimentos con mayores propiedades que podemos encontrar en nuestra despensa o en cualquier tienda de alimentación es la miel, pero ¿sabías que existen distintos tipos de miel? Puede que pienses que sólo existe aquella que elaboran las abejas y que luego se recoge en las colmenas de los apicultores expertos, pero lo cierto es que no es así del todo. ¿Qué sucede con la miel de flores? Esta es la diferencia que deberías saber entre la miel de abeja y la miel de flores.
Diferencia entre miel de abeja y miel de flores
De origen milenario, la miel es uno de los alimentos más conocidos de la dieta mediterránea. Ya se conocía en el antiguo Egipto donde de hecho era el ingrediente que se utilizaba como edulcorante natural, hasta que en el siglo XIV se generalizó el uso de la caña de azúcar.
Además, la miel también era conocida como remedio para curar heridas y como conservante de algunos productos.
La miel es de sobras conocida, pero lo cierto es que no todo el mundo sabe que existen distintos tipos en función de la tipo de flor del que haya extraído el néctar de la abeja y la estación del año. Por otro lado, algunos árboles como el roble pueden generar néctar para que se convierta en miel, pero lo cierto es que la mayoría de miel que se consume en el mundo proviene de las flores.
¿Entonces cuál es la diferencia entre la miel de abejas y la miel de las flores? Pues en realidad ninguna porque lo cierto es que en el caso de la miel de abejas nos referimos a toda la miel en general ya que es la que hacen estos insectos, mientras que cuando se habla de miel de flores, se hace referencia a la miel en la que no encontramos la presencia de dominante, sino que se ha elaborado con distintos néctares recolectados a partir de distintas flores.
Por otro lado, está la miel monofloral que cuenta con una mayor cantidad de néctar de un solo tipo de flor.
Fíjate en el etiquetado
En definitiva podemos decir entonces que la miel de abeja y la de flores es lo mismo aunque suela marcarse esa «diferencia» en el etiquetado con el fin de resaltar si viene de múltiples flores o como ya dijimos antes, de una sola (en este caso sólo veremos que pone miel de abeja y quizás el nombre de la flor de la que proviene y ya está).
Por último, y hablando de etiquetado debemos fijarnos bien en este cuando compremos miel ya que muchas veces nos venden como miel pura de abejas algo que no lo es. De este modo, con solo mirar el etiquetado veremos si lo que estamos comprando es realmente miel o si le han añadido algún otro ingrediente como edulcorantes o de hecho glucosa.
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