El gasógeno comenzó a ser utilizado en épocas bélicas cuando la escasa gasolina que había se destinaba a los vehículos militares. Lo que pasó es que el resto de personas tuvieron que pensar en algo con lo que pudiesen moverse los vehículos de gasolina. Vamos a conocer este combustible y cómo funciona. Interesante ¿no?
En líneas generales consiste en quemar leña o carbón en una caldera, lo que produce unos gases que accionan el motor de explosión lo mismo que haría la gasolina, eso sí, perdiendo potencia y con algunos inconvenientes.
Composición de un sistema de gasógeno:
- La caldera: para quemar el que será el sustituto de la gasolina
- Pre-depurador: se deposita aquí parte de los residuos generados cuando se quema el combustible sólido
- Refrigerador: condensa vapor de agua y se eleva la densidad del gas
- Depurador: elimina productos condensables y polvo restante
- Ventilador: para que pueda ponerse en marcha
- Mezclador: para realizar la mezcla aire-gas oportuna
En el generador o caldera se echa el material a quemar y se da fuego, habiendo puesto en marcha antes el ventilador de arranque para tener un tiro por cada aspiración.
El ventilador acostumbraba a accionarse manualmente. Los gases que emanan de la caldera se tienen que enfriar, ya que si entrasen en los cilindros a la temperatura que salen (400 grados), el motor podría perder buena parte de su rendimiento al tener menos cantidad de oxígeno en el aire caliente. Para enfriar los gases se usa un refrigerador.
Tipos de refrigerador:
- De expansión: se introduce el gas en una cámara de mayor tamaño
- De contacto de aire: funcionan como los intercooler
Antes del refrigerador, existía un pre-depurador, en el que se depositan algunos residuos propios de la combustión, donde el gas pasaba al refrigerador y después, se sitúa el depurador principal para la eliminación de las impurezas que podrían dañar el motor.
Detrás del depurador, se coloca el mezclador, que es el que mezcla el gas proveniente del generador y que lleva una cantidad de aire suficiente para estar seguros de su buena combustión. Tanto los conductos de gas como de aire terminan yendo a parar a una cámara en la que se genera una depresión causada por la aspiración del motor.
El control de la entrada de gas se hace gracias a una mariposa de admisión que se controla manualmente y hace posible el enriquecimiento o empobrecimiento de la mezcla según lo que necesite el conductor.
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