Llegar tarde es una mala costumbre que muchas personas tienen por norma general, sin importar si es al trabajo, a una cita, a una reunión o a cualquier evento, aunque es muy diferente cuando eres siempre puntual pero en algún momento te surge algo que te impide llegar en hora y, por lo tanto, llegas tarde. Te contamos cuáles son las excusas que más se utilizan al llegar tarde al trabajo, algunas de ellos grandes clásicos como cuando en el cole se decía que el perro se había comido los deberes que realmente nunca habías hecho.
Estas son las excusas al llegar tarde al trabajo que más se utilizan
Los datos de una encuesta realizada por CareerBuilder muestran que hay muchísimas personas que utilizan las mismas excusas al llegar tarde al trabajo, donde gana por goleada echarle la culpa al tráfico, la cual es utilizada por el 51% de las personas. En segundo lugar, con un 31%, se utiliza el haberse quedado dormido, sea cierto o no, mientras que el mal tiempo sirve como excusa para un 28% de las personas.
Otras excusas muy utilizadas son también que se estaba demasiado cansado para levantarse (23%) o que se olvidaron algo y hubo que dar vuelta, excusa que tiene únicamente un 13% y que lo cierto es que es mucho más fácil recurrir a ella que a otras que se utilizan más.
Las excusas más raras de la encuesta
En este estudio aparecieron algunas excusas rarísimas que algunas personas confesaron haber utilizado y que merece la pena recopilar:
- Hace mucho frío como para ir a trabajar.
- Tener náuseas matutinas (siendo hombre).
- Esperar a que el café se enfriara por estar muy caliente.
- Quedarse dormido en el parking de la empresa.
- Recibir el aviso de un astrólogo de que iba a haber un accidente en su carretera habitual y llegar tarde al tomar un camino más largo.
- Una cebra estaba corriendo por la carretera y se paró el tráfico (no fue una excusa, sucedió realmente).
- El gato se quedó atascado en el inodoro.
- Tener que ir a urgencias por cualquier motivo.
- Esperar a que terminara algo que estaba viendo en la televisión.
Lo cierto es que poner excusas al llegar tarde se puede llegar a considerar un arte, sobre todo cuando se trata de personas que lo hacen con mucha frecuencia y ya no cuela que cuenten siempre la misma historia, aunque las nuevas pueden sonar bastante a película.
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