Elon Musk la sigue liando en Twitter, ahora como dueño de la empresa. El magnate ha enlazado una web conocida por sus informaciones falsas para difundir una noticia sin aparente base sobre el ataque con un martillo a Paul Pelosi, el marido de Nancy Pelosi, la presidenta de la Cámara de Representantes y tercera autoridad de Estados Unidos. Curiosamente, lo ha hecho en respuesta a un tuit de Hillary Clinton, que según esa web, está muerta al menos desde 2016 y ha sido reemplazada por un doble.
El efecto multiplicador que tienen los tuits de Elon Musk ha provocado que el sitio web del Santa Monica Observer se colapse durante horas. Ese medio es “famoso por sus noticias falsas”, según lo describió Los Angeles Times. No solo publicó que Hillary Clinton había muerto y había sido sustituida por un doble para el debate de las elecciones presidenciales de 2016 frente a Donald Trump. Meses más tarde se inventó que Trump había nombrado a Kanye West para un puesto de alto nivel en el Departamento del Interior. En 2020, aseguraba que la luz del sol podría ser un remedio contra la covid y que Bill Gates, uno de los principales financiadores de la investigación de vacunas, había sido responsable de una epidemia de polio.
Hillary Clinton había tuiteado una noticia precisamente de Los Angeles Times, señalando que David DePape, el detenido por la agresión a Paul Pelosi, difundía teorías de la conspiración de la extrema derecha. Y escribía este mensaje: “El Partido Republicano y sus portavoces ahora difunden regularmente el odio y las teorías conspirativas desquiciadas. Es chocante, pero no sorprendente, que la violencia sea el resultado. Como ciudadanos, debemos exigirles que rindan cuentas de sus palabras y de las acciones que las siguen”.
En respuesta a Clinton, Musk ha enlazado la noticia del Santa Monica Observer. “Hay una pequeña posibilidad de que haya más en esta historia de lo que parece”, ha escrito en un tuit que ha borrado horas después. La noticia sostiene que Paul Pelosi estaba borracho, que DePape es un prostituto y que se fueron a casa juntos desde un bar gay y luego una vez allí tuvo lugar la pelea.
Captura del tuit de Elon Musk posteriormente borrado, en el difundía una información falsa.
El tuit de Musk ha alcanzado más de 100.000 “me gusta” y decenas de miles de retuits y comentarios antes de que fuera eliminado de la plataforma. El congresista demócrata por Illinois Adam Kinzinger es uno de los que ha contestado a Musk: “¿De verdad? El nuevo dueño de Twitter está difundiendo la teoría de la conspiración… incluso diciendo que hay una ‘pequeña posibilidad”, ha escrito.
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Really? The new owner of twitter is spreading the conspiracy theory… even just saying there is a “tiny possibility.” https://t.co/rBSoaqa1FN
— Adam Kinzinger #fella (@AdamKinzinger) October 30, 2022
Los mensajes de indignación han sido numerosos. El comediante Jimmy Kimmel es uno de los que ha respondido a Musk indignado. La escritora y periodista Molly Jong-Fast ha comentado: “Este intercambio entre Hillary Clinton y Elon Musk debería acabar con cualquier resto de confianza que los anunciantes tuvieran en la plataforma”.
La policía ha contado que DePape entró en la casa por una puerta de atrás, que los agentes acudieron a la vivienda tras una llamada de Paul Pelosi y que al llegar les vieron forcejando por el control de un martillo, con el que el agresor acabó golpeando al marido de Nancy Pelosi antes de ser detenido. También ha dicho que el ataque fue intencionado, aunque ha evitado pronunciarse sobre la motivación política del mismo. Los medios estadounidenses aseguraron, citando fuentes policiales, que preguntó por la presidenta de la Cámara Baja: “¿Dónde está Nancy?”.
La fiscal del distrito de San Francisco, Brooke Jenkins, ha anunciado que el lunes presentará “múltiples cargos por delitos graves” y que espera que DePape sea procesado el martes. “DePape tendrá que rendir cuentas por sus atroces crímenes”, escribió en Twitter. La policía anunció que se le investiga por presuntos delitos de intento de asesinato, asalto con un arma mortal, abuso de ancianos, agresión, robo, amenaza a un funcionario público y otros delitos.
Desde el momento del cierre de la compra de la red social, usuarios de Twitter han puesto a prueba a Elon Musk con mensajes racistas, supremacistas, sexistas, homófobos y xenófobos, que se han disparado a pesar de que la red social no ha cambiado por el momento su política de moderación de contenidos. Musk ha tratado de defenderse en la red social con ese argumento. En paralelo, ha anunciado la creación de un consejo para que proponga las nuevas directrices de moderación.
Musk se proclama un “absolutista de la libertad de expresión”, pero ha tratado de tranquilizar a los anunciantes diciéndoles que Twitter no va a convertirse en “un infierno” donde todo valga y se pueda escribir cualquier cosa sin consecuencias. En ese mensaje también decía que aspiraba a que Twitter fuera “la plataforma publicitaria más respetada del mundo”. Sin embargo, el hecho de que él mismo difunda un enlace de un medio conocido por sus informaciones falsas en un asunto tan sensible, pone en duda que vaya a ser capaz de combatir la desinformación, los bulos y los mensajes de odio.
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