Durante las últimas siete semanas, Irán se ha sumergido en una ola de protestas tras las muerte de Mahsa Amini, una joven de 22 años, que falleció tras ser detenida por la policía moral bajo el argumento de usar “vestimenta inadecuada”.
La respuesta violenta de la policía ante las manifestaciones ha ido escalando mientras el movimiento que busca justicia para Amini y el final de la represión islámica sigue creciendo.
Sin embargo, la brutalidad policiaca que habitualmente es solo registrada en cifras, fue esta vez capturada en video.
La periodista iraní Masih Alinejad compartió el video en su cuenta verificada de Twitter: “El video me lo envió un ciudadano de Naziabad, Teherán, que muestra el colmo de la brutalidad del gobierno al reprimir a la gente. Un grupo golpeó a un manifestante en Nazi Abad, Teherán, y luego disparó desde unos centímetros mientras su cuerpo yacía en el suelo con heridas”.
En el clip, que dura poco más de dos minutos, se puede ver como funcionarios policiales del régimen de Irán golpean brutalmente y en repetidas ocasiones a un manifestante en Teherán. Posteriormente lo atropellan varias veces con una motocicleta para finalmente dispararle.
Aristegui Noticias comparte este contenido por motivos periodísticos, con la finalidad de informar sobre la crisis de derechos humanos que actualmente azota a Irán.
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Las protestas se han convertido en uno de los desafíos más fuertes al liderazgo clerical desde la revolución de 1979. El movimiento civil es considerado por las autoridades como una amenaza para la seguridad nacional. En las últimas 7 semanas de protestas, más de 253 personas han fallecido, entre ellas 234 menores de edad.
Los informes recibidos por la Organización de los Derechos Humanos de Irán confirman que los detenidos por parte de la policía están siendo sometidos a insultos verbales y a torturas y otros malos tratos.
Algunos han sido obligados a hacer confesiones televisadas incriminatorias bajo coacción y tortura. Además, algunos manifestantes han sido llevados a edificios no oficiales sin ninguna regulación ni supervisión. Los centros de detención y las prisiones oficiales están saturados por encima de su capacidad, sin instalaciones sanitarias. Entre los detenidos hay niños menores de 18 años.
Además, Iran Human Rights asegura que existen numerosas pruebas que demuestran que las fuerzas especiales de la policía, se hacen pasar por miembros de los grupos estudiantiles para atacar y secuestrar a varios de los estudiantes en sus dormitorios.
(Con información de Regina Diez Gutiérrez y Aristegui Noticias)
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