El árbol del pan o frutipan es una planta tropical de lo más interesante que puede encontrarse en la práctica totalidad de las regiones cálidas y húmedas del planeta. Pueden llegar a superar con facilidad los 10 metros, llegándose a ver incluso ejemplares de una altura de 21 metros, donde el cultivo en maceta se puede realizar al tolerar bastante bien las podas.
Origen y características del árbol del pan
Este árbol de que estamos hablando es un árbol perennifolio originario de las islas del Pacífico que puede llegar, a como decíamos una altura de 21m, cuyo nombre científico es Artocarpus altilis. El tronco por lo general suele ramificar desde la base, con un grosor máximo del orden de 2 metros de diámetro.
Las flores podemos agruparlas en inflorescencias, femeninas y masculinas, estando presentes todas en el mismo ejemplar. La polinización es cruzada, pero no es necesaria para que pueda formarse el fruto, que es de forma redonda y llega a pesar entre 9 y 20 kilos.
El ritmo al que crece es muy rápido, hasta el punto que llega a crecer a un ritmo muy elevado, del orden de un metro al año cuando las condiciones son las adecuadas. Debemos saber que e el interior existe un látex que es causa de picor a irritación cuando se produce el contacto con la piel.
¿Qué cuidados hay que tener?
Si lo que deseas es contar con un ejemplar, lo mejor es dar una serie de cuidados que son indispensables para un mejor cuidado.
- Clima: no debe haber heladas, algo evidente.
- Ubicación: exterior, en semisombra.
- Maceta: debe contener sustrato de cultivo universal mezclado con un 30% de perlita.
- Jardín: hay que contar con un muy buen drenaje y de riqueza en materia orgánica.
- Riego: con alta frecuencia. Cada 2 días en la época de más calor y cada 5 días el resto.
- Abonado: al menos una vez al mes se deben aportar abonos de tipo orgánico, caso del estiércol y guano.
- Poda: a este respecto se deben quitar las ramas que están secas, débiles o enfermedad, así como las que crezcan mucho antes de que comience a crecer en primavera.
- Multiplicación: por semillas en la estación primaveral.
- Recolección: lo mejor es etar preparados para que puedan ser recogidos cuando lleguen a recogerse a la hora de tomar ese característico color verde claro y se vayan viendo grandes, del orden de 15 a 19 semanas después de que hayan florecido.
- Rusticidad: llega a soportar hasta los 5 grados, donde lo más adecuado es que se encuentre entre los 16 y los 38 grados.
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