Cada año en Estados Unidos, cerca de 80,000 niños menores de 5 años son hospitalizados debido a una infección por RSV, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés).
A pesar de que son varias las enfermedades que pueden afectar el sistema respiratorio de los menores, el emergenciólogo pediátrico, Kenny McKinley, explicó la diferencia entre la influenza, un resfriado y COVID-19.
Según el especialista, el primer paso es “ir a unos centros para pedir pruebas de COVID”. En segundo lugar, McKinley subrayó que “se puede cuidar desde casa a los bebés y los nenes que tienen síntomas de resfriado o síntomas de influenza”.
La secreción nasal, congestión, tos y ronquera, fiebre leve, mala alimentación y sarpullido, figuran como los síntomas de infección de las vías respiratorias, según la página web de The Pediatric Clinic.
Asimismo, el pediatra del Childrens National en Washington DC destacó que los medicamentos que los padres y madres deben tener a la mano durante esta temporada es el ibuprofeno y el acetaminofeno, también conocido como paracetamol.
“En la época de los resfriados, es muy común tener un nené que esta súper congestionado y siempre es peor en la noche. La mejor ayuda que puede ofrecer en la noche es el evaporizador. Eso puede ayudar emblandecer un poco los mocos para que no estén tan congestionados en la noche”, enfatizó McKinley.
VACUNAS RECOMENDADAS
Del mismo modo, el médico de emergencias indicó el momento en el que los infantes y niños deben vacunarse contra estas enfermedades.
“El pediatra debe ofrecer no solamente una, sino dos vacunas contra la influenza en el primer año de vida y después solo va a necesitar una por año el resto de vida”, finalizó.
Los CDC recomiendan a los padres y madres lavarse las manos constantemente, evitar el contacto cercano con personas enfermas así como desinfectar superficies para evitar el contagio.
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