El canciller alemán, Olaf Scholz, a su llegada este lunes a la rueda de prensa en Berlín tras la videoconferencia con los líderes del G-7.MICHELE TANTUSSI (REUTERS)
El plan de reconstrucción de Ucrania avanza de la mano del G-7, que este lunes ha acordado la creación de una plataforma desde la que coordinar toda la ayuda financiera que se vaya recaudando. Este mecanismo, decidido en una reunión anterior del grupo de las siete potencias más industrializadas ―Alemania, Estados Unidos, Canadá, Japón, Reino Unido, Francia e Italia―, estará formado por Ucrania, las principales instituciones financieras internacionales y los países que aporten ayuda económica. El canciller alemán, Olaf Scholz, aseguró que la plataforma se pondrá en marcha “lo antes posible” para canalizar los esfuerzos económicos de todos los actores globales en “una tarea para la humanidad que quizá es comparable al Plan Marshall después de la II Guerra Mundial”, destacó durante una comparecencia en Berlín.
Los jefes de Estado y de Gobierno del G-7 se reunieron virtualmente por sexta vez bajo la presidencia alemana, que ya está preparando el relevo de Japón a partir del 1 de enero. “Esta cifra por sí sola muestra lo estrechamente que nos hemos coordinado con nuestros socios este año”, aseguró Scholz. La cita, a la que estuvo invitado también el presidente ucranio, Volodímir Zelenski, es la última de la presidencia germana, marcada “por la brutal agresión de Rusia a Ucrania”, subrayó Scholz. Los siete socios están unidos en su determinación de “mantener el apoyo a Kiev tanto tiempo como sea necesario” en todos los niveles, el económico, el humanitario y el militar, añadió.
Zelenski reiteró a los líderes del G-7 su petición para recibir más “tanques modernos”, señaló el mandatario en su cuenta de Telegram. “Necesitamos más artillería y misiles de mayor alcance. Cuanto más efectivos seamos con estas armas, más corta será la invasión rusa”, añadió. También les pidió ayuda para mantener la estabilidad financiera, energética y social del país el próximo año.
El canciller alemán destacó que el tope al precio del petróleo introducido recientemente por el G-7 (y la UE) pretende reducir aún más los ingresos de Moscú por las exportaciones de este hidrocarburo y aumentar la presión sobre el presidente ruso, Vladímir Putin. De él dijo que su “aislamiento internacional” es evidente y volvió a pedirle, en nombre del grupo, que “detenga los asesinatos sin sentido en Ucrania” y que “retire sus tropas”.
Fundación del “club del clima”
A modo de cierre del año de la presidencia alemana, Scholz destacó la creación del “club del clima”, propuesto por Berlín en la cumbre presencial celebrada en verano en el castillo de Elmau, en Baviera. Esta iniciativa pretende sumar a los esfuerzos contra la crisis climática a países de todo el mundo. El G-7, dijo el canciller, no pierde de vista otras tareas globales pese a la guerra de agresión rusa y sus consecuencias. El club será “abierto y cooperativo” y todas las capitales están invitadas a participar. Los líderes del G-7 aprovecharon su última reunión del año para acordar un estatuto y ponerlo en marcha. Según Scholz, muchos países manifestaron su interés en formar parte del también llamado Club 2023 durante la conferencia del clima celebrada el mes pasado en Sharm El Sheij (Egipto).
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El club tendrá una secretaría interina, de la que se encargarán la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y la Agencia Internacional de Energía (AIE). “En Elmau sentamos las bases de este club y ahora, en la despedida de nuestro año de presidencia, hemos logrado un apoyo amplio a nuestra iniciativa”, anunció el canciller.
Aunque en la reunión no se trató el tema del suministro de armas y municiones a Ucrania, tal y como había adelantado el portavoz de Scholz en una rueda de prensa, la reunión virtual tuvo como protagonista la situación en el país, que va a cumplir 10 meses en guerra. La cita sirvió también para preparar la conferencia internacional que tendrá lugar este martes en París para coordinar la ayuda más inmediata, la que se necesita ahora para poder hacer frente al invierno y a los ataques masivos por parte de Rusia a las infraestructuras críticas de Ucrania. Los bombardeos están dejando sin electricidad a millones de personas con temperaturas bajo cero.
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