Taraneh Alidoosti, una conocida actriz iraní, fue detenida este sábado días después de denunciar la ejecución del joven Mohsen Shekari, el primer ajusticiado por participar en las manifestaciones contra el régimen. Intérpretes y cineastas iraníes han pedido la liberación de su compañera, que ya había mostrado su solidaridad con las protestas iniciadas tras la muerte de la joven kurda de 22 años Mahsa Amini, el 16 de septiembre y bajo custodia policial. Solo en Teherán, al menos 400 manifestantes, de entre los miles de detenidos, han sido condenados a penas de prisión.
La actriz y directora, de 38 años, fue arrestada acusada de “publicar contenido falso y distorsionado, incitar disturbios y apoyar movimientos anti-iraníes”. Alidoosti condenó duramente la ejecución de Shekari, el joven de 23 años que fue ahorcado el 8 de diciembre por, según la sentencia, herir a un basij —fuerza paramilitar dependiente de la Guardia Revolucionaria de Irán— con un cuchillo, bloquear una calle y crear terror en Teherán. “Tu silencio significa que apoyas la tiranía y a los tiranos”, escribió en su cuenta de Instagram, ahora bloqueada.
El sábado la justicia iraní informó que “algunas figuras y varios famosos”, incluida Alidoosti, habían sido interrogadas o detenidas por hacer “comentarios sin fundamento sobre eventos recientes y por la publicación de material provocativo en apoyo de los disturbios callejeros”. La actriz fue detenida “por orden de la autoridad judicial” tras “no proporcionar documentación por algunas de sus afirmaciones” sobre las protestas, según Mizan Online, la agencia de información de la judicatura.
“Las mujeres son detenidas y arrestadas en Irán por negarse a utilizar el hijab (velo) obligatorio, incluyendo actrices famosas como Taraneh Alidoosti. El poder de las mujeres aterra a los dirigentes de la República Islámica”, denunció el Centro por los Derechos Humanos de Irán (CHRI, por sus siglas en inglés), con sede en Nueva York.
“En lugar de tratarla con violencia, escuchen lo que tiene que decir esta popular artista”, escribió en su Instagram el actor Shahab Hosseini, que ha coincidido con Alidoosti en varias producciones. “Liberadla y devolvedla a los brazos de su hija pequeña”, añadió el actor. Varios cineastas e intérpretes llegaron a acercarse a la prisión Evin de Teherán, donde ha sido encarcelada, para indagar acerca de su estado, entre ellos el conocido Peiman Maadi.
Las actrices Hanie Tavasoli y Parinaz Izadyar también publicaron mensajes en redes sociales pidiendo la liberación de la protagonista de la película The Salesman (El vendedor), dirigida por Asghar Farhadi y que en 2017 obtuvo el Óscar a la mejor película en lengua no inglesa. La actriz, que trabaja desde su adolescencia, también ha participado en la cinta de Saeed Roustay Leila y sus hermanos, presentada este año en el Festival de Cannes.
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Conocida por su activismo feminista, Alidoosti también publicó un vídeo en noviembre sin velo y con un cartel en el que se leía “mujer, vida y libertad”, el lema de las protestas por la muerte de Amini, que fue detenida por la policía de la moral por llevar mal colocado el velo.
Alidoosti no es la primera actriz en verse en problemas por su apoyo a las protestas. Las intérpretes Hengameh Ghaziani y Katayoun Riahi fueron detenidas en noviembre por quitarse los velos, lo que les ha costado la acusación de “intención de actuar contra la seguridad nacional” y la de “propaganda contra el Estado”, aunque posteriormente fueron liberadas.
Este domingo, la actriz y directora de cine iraní Niki Karimi ha anunciado la cancelación de todos sus proyectos en un mensaje en redes con el eslogan “mujer, vida, libertad” en el que ha denunciado “meses de asfixia e intimidación; de ‘no digas y no escribas”.
Las protestas comenzaron por la muerte de la joven kurda de 22 años, pero han evolucionado; ahora las movilizaciones, protagonizadas sobre todo por jóvenes y mujeres, piden el fin de la República Islámica, fundada por el ayatolá Ruholá Jomeiní en 1979. Después de tres meses de protestas, más de 400 muertos y miles de detenidos, las autoridades han comenzado a ejecutar a manifestantes, que reclaman más libertades. Solo cuatro días después de la ejecución de Shekari, fue ahorcado públicamente Majid Reza Rahnavard, también de 23 años, por el presunto asesinato de dos basiji en Mashad (noreste), tras ser condenado, acusado de “enemistad contra Dios”, en un juicio que se solventó en un solo día.
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