La presión para que Alemania permita el envío de tanques Leopard 2 a Ucrania no deja de aumentar. El primer ministro de Polonia, Mateusz Morawiecki, ha anunciado este lunes que su país “pronto” solicitará formalmente permiso a Berlín para reexportar los tanques, de fabricación alemana. A la vez, Varsovia se está moviendo para impulsar una unión de Estados que tienen Leopard 2 y otro armamento pesado para lograr el envío conjunto. “Construiremos una coalición más pequeña de países lista para donar algunos de sus equipos modernos, tanques modernos”, ha asegurado Morawiecki en una entrevista a la Agencia de Prensa Polaca. “No observaremos pasivamente cómo se desangra Ucrania”, remarcó. El ministro de Defensa alemán, Boris Pistorius, ha dicho que pronto se tomará una decisión sobre el envío.
El viernes, tras la reunión de los países del grupo de apoyo a Ucrania en la base de Ramstein (Alemania), en la que pese a la presión, Berlín no cedió al envío de los tanques, su ministro de Defensa aseguró que Alemania no es el único país con reticencias que baraja los pros y contras de enviar los Leopard 2 y que, si se hace, sería de común acuerdo con los aliados. Sin embargo, ningún otro país se ha opuesto públicamente a entregarlos. El domingo, la ministra de Exteriores alemana, Annalena Baerbock, aseguró que Berlín no se opondría si Polonia envía los tanques. Pero Baerbock es de Los Verdes, socio de coalición del partido socialdemócrata del canciller Olaf Scholz y un partido que está a favor del envío de carros de combate alemanes. Las declaraciones de la ministra no se han entendido en Berlín como un adelanto de la decisión final de Scholz, sino más bien como otra forma de presión, esta vez interna, para el sí alemán.
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La decisión sobre una autorización de reexportación la toma el Consejo Federal de Seguridad, un órgano que preside el canciller, por lo que al final es su opinión la que prevalece. Los contratos de material de defensa implican que el fabricante, en este caso Alemania, tiene que dar luz verde si el país comprador reexporta el material, en este caso, los modernos carros de combate Leopard.
Polonia y los Bálticos continúan su movilización pública para lograr que Berlín libere los tanques o, al menos, en caso de que no entregue los que tiene en su arsenal, no se interponga en la decisión de los países que se han mostrado dispuesto a enviarlos, cuando la guerra de Rusia en Ucrania va camino de cumplir un año y escalan las informaciones de inteligencia occidental que alertan de una nueva ofensiva de las tropas del Kremlin en primavera.
“En este momento no hay buenos argumentos por los que no se puedan proporcionar tanques de batalla”, ha dicho el ministro de Exteriores de Letonia, Edgars Rinkevics. “El argumento de la escalada no funciona porque Rusia continúa escalando”, ha añadido el letón, que participa en Bruselas en una reunión de ministros de Exteriores. Su homólogo estonio, Urmas Reinsalu, también ha urgido a acelerar la entrega y ha recalcado que Alemania, como “motor de Europa”, tiene una responsabilidad en el asunto. Sin embargo, los tanques habían sido una línea roja para Berlín, que ha deslizado en el pasado que teme que Rusia considere el gesto como una escalada.
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La urgencia por recibir los Leopard 2 —uno de los modelos de tanques más ágiles, modernos y considerado el mejor para Ucrania, tanto por la orografía del país como por elementos de logística, al ser de fabricación europea— aumenta para Ucrania, según ha recalcado su presidente, Volodímir Zelenski. Quizá no cambien el sentido de la guerra de Rusia en Ucrania, pero se consideran cruciales para la batalla de Donbás (este del país), que está siendo extremadamente sangrienta, para que Kiev empuje a las tropas del Kremlin y logre recuperar terreno y de cara a la nueva ofensiva cuando el frío del invierno afloje. Además, el simple hecho de que Alemania autorice su envío ya es un mensaje para Rusia.
Unas pocas decenas de tanques pueden no ser decisivas, ha dicho el presidente Zelenski, en comparación con la flota de cientos de carros de combate que tiene Rusia. “Motivan a nuestros soldados a luchar por sus valores porque demuestran que el mundo entero está con nosotros”, dijo en una entrevista con el canal de televisión alemán ARD. Los aliados disponen de unos 2.000 Leopard y hay una decena de países europeos cercanos a Ucrania que podrían enviar los suyos en un tiempo relativamente corto. Polonia ha anunciado que empezará a entrenar al Ejército ucranio para que pueda utilizarlos.
Moscú asegura que los Leopard 2 no supondrán ninguna diferencia en la batalla, pero aun así ha elevado sus amenazas por los nuevos envíos de armamento anunciados por los aliados de Ucrania. Además, Rusia observa con satisfacción los debates internos y divergencias en la UE y la OTAN sobre la entrega de tanques. El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, ha asegurado este lunes que la presión a Alemania muestra el “nerviosismo” entre los aliados de Ucrania. También ha advertido sobre las consecuencias si el envío de Leopard 2 se materializa. “Lo principal es que el pueblo ucranio tendrá que pagar por todas esas acciones, por todo ese pseudo apoyo”, ha dicho Peskov, citado por la agencia estatal rusa Tass.
Mientras, la UE trabaja en el décimo paquete de sanciones contra Rusia, que se espera que salga adelante en unas cuantas semanas. La UE sigue aumentando el apoyo sin prácticamente fisuras a Ucrania, país candidato a la Unión desde el pasado julio. Este lunes, los ministros de Exteriores de los Veintisiete han dado luz verde a otros 500 millones de euros de ayuda militar a Ucrania, con el que se elevan a 3.500 millones los fondos a disposición de la UE para entregar material a Kiev. Además, se han aprobado otros 45 millones para “equipo no letal”.
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